Ya hemos empezado el temido diciembre. Mes de las comidas colectivas de hermandades, clubes, colegios profesionales, empresas y hasta una asociación de antiguos alumnos, que he visto por ahí. Mes de la Navidad, esa festividad que en tiempos pasados arrancaba cuando quería el Corte Inglés, y ahora se adelanta tanto, que en el escaparate de la ferretería de mi barrio, lleva puesto el Nacimiento desde el día de los Santos.
Otro año más, que al marcharse nos deja el viento insano del escándalo y la corrupción política. Hay porquería para todos.
Por el PSOE, los casos más destacados: Abalos, Koldo García, Begoña Gómez, Fiscal General del Estado. Por el P.P, entre otros: el presidente de la Diputación de Almería Aureliano García, el exministro Montoro, un tal González Amador pareja de la presidenta Ayuso. Y no sigo con más casos de unos y otros por dolor de alma.
Pese a todo la vida continúa. Los partidos políticos están lanzados calentando las calles jienenses en la actual carrera electoral por la Presidencia a la Junta de Andalucía, que nos ocupará hasta junio del 2026.
Entre los temas de campaña, sin duda la sanidad se ha colado con la potencia de un proyectil. Las denuncias y deficiencias en la gestión de políticas de salud pública, está situando a Moreno Bonilla entre el bisturí y la pared, debilidad que aprovecha el PSOE provincial de Juan Latorre, para recordarle al "presi" Juanma sus incumplimientos: Andújar, Cazorla, Segura de la Sierra, o Alcaudete, por citar algunas poblaciones.
De todas formas, este es un tema lo suficientemente importante para dejar de enzarzarse en estériles batallas electorales y poder llegar a un verdadero Pacto de Estado, con el que se de fin al recorte de ese patrimonio de todos al que llamamos, Servicio Público de Salud.