Mediodía en la provincia de Jaén

Ana Dolores Rubia

El desmoronamiento silencioso de lo rural

La opinión de Ana Dolores Rubia


A pesar de la lejanía de esta comarca a los núcleos del gobierno donde se toman las decisiones que directamente afectan a sus ciudadanos, esta comarca no quiere ni puede permanecer en silencio tras los atropellos que está sufriendo su estado de bienestar. Y es que tanto la Sanidad como la Educación, como la Dependencia son tres ejemplos claros de cómo se tambalean en esta comarca estos servicios como consecuencia de esas decisiones que hacen que estos vecinos y vecinas de lo rural, al final seamos ciudadanos de segunda. 

En cuestión sanitaria, llevamos más de 8 meses desde que se cerrase el Centro de Salud de atención primaria de Cazorla. Desde el primer momento la ciudadanía se echó a la calle para protestar por lo que había sido una vulneración de sus derechos, ya que por una parte tenían que recorrer a pie casi 3  kilómetros para recibir una atención primaria en un Hospital Comarcal que por otra parte adolece de los especialistas prometidos para toda la comarca. 



Conviene recordar que se inauguró por parte de Juanma Moreno durante su primer año de gobierno, en febrero de 2020. Entonces él mismo hacía las siguientes declaraciones: “La previsión es que el hospital se encuentre a pleno rendimiento a finales de año”, como muestra del compromiso del Gobierno Andaluz con la sanidad pública, a la que definió como “una prioridad absoluta”. A día de hoy el Hospital sigue sin funcionar a pleno rendimiento y su nivel de servicio es insuficiente para cubrir las necesidades de la población.

 En los últimos días los vecinos han acudido al Parlamento Andaluz para seguir exigiendo un centro de salud en casco urbano, y a todo esto el recién estrenado Consejero se ha comprometido en sede parlamentaria a que Cazorla tenga un centro de salud en casco histórico. Supongo que sería un lapsus del momento, ya que si conoce Cazorla, difícilmente sería posible contar con un centro de salud en terrenos de casco histórico en poco tiempo, siendo conscientes de los permisos que requiere y el tiempo que la propia Administración tarda en darlos. Lo triste es que a día de hoy no hay compromiso de plazos y los presupuestos de la Junta de Andalucía en esta materia son algo más de 435.000 € para proyectos de La Carolina, Rus y Cazorla. Aún asi, en este municipio sigue existiendo la esperanza de acometer unas obras de emergencia sobre el  Centro de salud, ya que esto realmente solucionaría el problema. Acompañando a Cazorla en el Parlamento, estuvieron también los vecinos de La Iruela para denunciar el mal estado de la sanidad en su municipio.

En cuanto a la educación desgraciadamente no se libra y también los vecinos de Peal de Becerro se manifestaron en el mismo acto, para reivindicar la ejecución de las obras en el Colegio Antonio Machado, prometidas desde hace ya demasiados años. Recordemos que son muchos los escolares que se encuentran en unas pésimas condiciones en cuanto a instalaciones y dependencias. Hace ya más de dos años el actual Delegado provincial se comprometió con la comunidad educativa en avanzar con el proyecto y la ejecución y seguimos igual, sin compromiso de presupuesto y plazos para esas obras.

Otra cuestión que no puede pasar desapercibida por su importancia y sensibilidad, son los escolares con necesidades educativas especiales que requieren apoyos y recursos para poder permanecer en su aula de referencia con los demás compañeros. Y es que están dejando de ser atendidos en dichas aulas por falta de personal, pasándolos ahora a un aula específica, mezclando todas las edades y distintas necesidades y sin contar con un proyecto curricular propio para ellos. Todo ello supone la pérdida de contacto de estos niños con los que hasta ahora han sido sus compañeros. Más que diversificar y tratar de ser inclusivos con este colectivo, cada vez más numeroso tristemente, se está yendo en la dirección totalmente opuesta.

Pues ante tanto atropello, tanta pérdida de derechos sociales, esta comarca rural no puede guardar silencio, no puede rendirse y en esa senda debemos caminar.