En estos días, lo lógico sería hablar de la guerra de Ucrania, de la huelga de transportes, de la inflación galopante en la que entramos o de las decisiones del gobierno. Al final todo sería lo mismo.
Yo hoy, prefiero adelantarme a los acontecimientos y hablar de nuestras próximas elecciones andaluzas y de cómo pueden ir en nuestra provincia.
Ya se ha celebrado el congreso del PP después de sus luchas intestinas, que dejaron en pañales cualquier peleílla de esas que tienen los socios y apoyos de ese que ellos llaman “gobierno Frankenstein”. Pues ya está abierta la veda. Arreglados sus asuntillos, ya puede el PP convocar las elecciones. Además, ahora los andaluces son más fuertes en el partido.
Ya sé que Moreno Bonilla dice que no lo va a hacer y quizás tenemos la suerte de que para esto, tampoco miren a Jaén, esa provincia inexistente. Pero si yo fuera Moreno Bonilla y cayera en la cuenta de que hay una provincia que se llama Jaén, las convocaba ahora mismo. Razones hay:
• Los medios ya nos venden un PP unido bajo el gran líder gallego aunque la lideresa madrileña le marque límites.
• Ese partido naranja del que usted me está hablando ya es historia de un fantasma.
• El partido que siempre ha gobernado Andalucía y ganó las últimas elecciones, pero perdió el gobierno, ya hasta reza porque no salte otra guerra, otra pandemia, otro volcán, otro paro patronal u otra inflación histórica. Le crecen los enanos.
• En el maremágnum de la izquierda, si se convocan ya, puede que no dé tiempo a que Andalucía se encuentre en ese bloque en el que parecen querer confluir Izquierda Andalucista, Más País, Equo, Izquierda Unida, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Podemos y Partido Comunista de Andalucía. Sólo faltaría que por esperar también Teresa Rodríguez decida unir Adelante Andalucía a esa nueva propuesta.
• Los partidos provincialistas de la España Vaciada, siguen peleados entre sí y no sabemos si al final tendremos uno o dos: Levanta Andalucía y Jaén Merece Más.
• Total, que el único partido que parece poder quitarle votos es uno que prefiero no nombrar para no atraer la desgracia. Pero es que esperar sólo puede traer que el innombrable crezca más y dependan más de ellos.
Así que, señores, digan lo que digan, prepárense, a las vacaciones de verano no llegamos. Yo ya estoy preparando la papeleta.
Aunque la papeleta ya la tenemos con este sinvivir de partidos.
