Mediodía en la provincia de Jaén

Ana Dolores Rubia

Jaén, el viejo Reino olvidado

La opinión de Ana Dolores Rubia


Por todos los jiennenses es conocida y sufrida la discriminación negativa de los riegos del campo jiennense, principalmente los referidos al olivar.

Llevamos décadas pidiendo soluciones y repartos solidarios del agua y lo que nos quede, máxime cuando esta semana pasada nos encontrábamos estas declaraciones desoladoras del presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir: “No caben más hectáreas de regadío en la Cuenca del Guadalquivir, ni en Doñana ni en Córdoba. Hemos llegado al límite”, confesando sentirse “feliz” con este Plan Hidrológico del Guadalquivir para la gestión del agua en la cuenca durante los próximos siete años.

El último Consejo del Agua dio el visto bueno a que no haya más hectáreas nuevas de regadío que previamente no estuviesen comprometidas en otros planes. Mis preguntas son ¿entran en este lote los compromisos con la provincia de Jaén, que llevan décadas en el limbo, tales como las 20.000 has de riegos extraordinarios, que no son nuevos regadíos y que si se han regularizado en el arroz en Sevilla con una mayor dotación de agua que el olivar y también en el olivar de Córdoba por ejemplo? ¿Por qué en unas provincias si en en la nuestra no? ¿Qué ocurrirá con las 8500 Has, los pozos del acuífero de la Loma de Úbeda, una dotación de agua insuficiente para los riegos Presa de Siles y con los expedientes que tienen pendientes de resolver?

En cuanto a los riegos extraordinarios, hay que remarcar que no son nuevos regadíos, que precisan de forma imperiosa su consolidación y regularización y que además han tenido autorización del Organismo y han pagado su correspondiente canon e incluso algunos de ellos contaban ya con el informe de planificación favorable. Por no hablar de las grandes inversiones que han realizado los olivareros, para tener unos riegos modernos y eficientes que generan empleo en una provincia donde tanto se habla del reto demográfico y de la despoblación y emigración que sufre a paso agigantado.



Nos escandalizó el Plan Colce que dio un varapalo a nuestra provincia pero casi nadie está pendiente del fuerte golpe que estamos recibiendo todos los agricultores que dependemos de estos regadíos y que supondrán pérdidas económicas año tras año en nuestra provincia. ¿Conocen realmente los olivareros jiennenses la condena a la que se verán sometidos? Una catástrofe, ya que además de no regar, estos agricultores se ven perjudicados en el cobro de ayudas de fondos europeos, en la modernización de regadíos, la agricultura prioritaria y un largo etcétera.

Nos dice el presidente “que somos la comunidad autónoma de toda Europa más eficiente en cuanto al empleo del agua para regadío, el 80% de los regadíos son eficientes”. Entonces ¿qué ocurre con el otro 20%? ?¿se modernizará en el nuevo Plan? ¿se revisarán las dotaciones de agua de las distintas concesiones y títulos con derechos, adaptándose al cultivo actual que usa ese agua? ¿se podrá por fin equilibrar el reparto del agua en los distintos cultivos?.

Tristemente las alegaciones presentadas a este Plan por esta provincia no se han tenido en cuenta y ahora lo aprobará el Consejo de Ministros.

Volvemos a sufrir y aguantar una discriminación que agrava la brecha de marginación de un recurso público, el agua, entre unos regantes y otros, unas provincias y otras. Y tal y como el presidente indica uno de los dos objetivos es satisfacer las necesidades de los usuarios y en mi opinión no podrá cumplirse.

Termino con 5 palabras que un buen amigo poeta utiliza en uno de sus poemas: Jaén, el viejo Reino olvidado.