Mediodía en la provincia de Jaén

Juan Jurado

Emergencia

La opinión de Juan Jurado


Después de lo sufrido y lo vivido en el COVID, cuando aquellos fervorosos aplausos a los profesionales de la sanidad pública nos convocaban a la mayoría, después que éstos hayan quedado en el baldío terreno de la desmemoria, me pregunto si, tras la tragedia de la DANA, nuestro aprendizaje será igual de huero. Cuestión que me surge ante un titular de prensa que informa de que el 15% de la población de la provincia habita municipios donde no existe un plan de emergencia.

Asumiendo, de antemano, la necesidad de dicho plan, me pregunto si el aprendizaje que hemos extraído de esta penúltima catástrofe natural estará relacionado sólo con las consecuencias o se orientará también hacia las causas?



Porque, si doy crédito al saber oral cuando expresa aquello de que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, mi optimismo baja muchos enteros, y empleo esta expresión extraída del juego bursátil porque precisamente se trata de esto, de subidas y bajadas, de ganancias y pérdidas, de dinero, de una voracidad económica que parece no tener límite.

Porque este sistema económico que acabará por devorarnos si no le ponemos frenos, en casos como el de la DANA, prefiere mirar más a las consecuencias que a las causas, o sea, le es mucho más rentable –al menos eso piensan sus desaprensivos feligreses- tropezar todas las veces que sea necesario con la misma piedra, siempre, claro, que sus nombres no engrosen ninguna de las listas de damnificados.

Estaría muy bien que, además de los planes de emergencia, el cien por cien de los municipios jienenses comenzaran a implementar políticas y proyectos de ciudad sostenibles que recorrieran desde el urbanismo a la educación de la ciudadanía. Porque se trata de esto, de mirar a las causas y no negarlas con palabras y acciones. Un presente más sostenible para un futuro más habitable, aunque, para ello, sea necesario que se nos agriete el parqué de la Bolsa.