Julio se encomendó a San Lucas para decirnos que quiere seguir, eso sí lejos del PSOE, o al menos lo más lejos posible, no vayan a confundirlo con Antonio. Ahora quiere ser independiente y tener “un proyecto libre y sin ataduras”, cuando en toda su existencia laboral y vital ha estado colocado en la PSOE. Un alcalde que ha sido incapaz de elaborar unos presupuestos en cuatro años, retocar el PGOU, plantarse ante la fechoría del COLCE y los últimos presupuestos socialistas del Estado para 2023. Un alcalde que ha sido incapaz de ejecutar muchos de los millones concedidos por los fondos DUSI, y tendrá que devolver algunos, aunque no los tenga, que no ha movido un dedo para adecuar el paraje de Jabalcuz, Las Protegidas, Los Cañones, acabar con los porros y las litronas junto a la Catedral, el cierre de los comercios del centro, los hoyos en las calles, el tranvía, etc. Tan solo ha mantenido a duras penas una ciudad adormecida, sin alegría, sin empuje y sin oportunidades para jóvenes y empresarios, aumentando la deuda hasta los 497 millones de euros. Julio en San Lucas quiere “culminar el proyecto de ciudad que comenzó en el 2019…” ¿Qué proyecto Julio?¿Su proyecto era subir el paro en la ciudad al 17,81 % o perder 1.525 habitantes o subirnos el IBI un 14 %, o destrozar y cerrar ONDAJAEN y cargarse a Castillo, su sueño dorado, aunque nos haya costado una auténtica millonada?. Todos los estudios serios le auguran una abultada derrota electoral ante el PP de Agustín González, quien encarna la alternativa seria y rigurosa para tomar las riendas de Jaén y sacarla del atolladero en la que una vez más la han metido los socialistas. Pero Julio siempre ha sido un superviviente nato en la política (toda su vida), y aunque él lo negará, ya prepara su salida hacia destinos más cómodos y gratos. Desde el 19J Julio está asustado, se le ve en la cara, 70.000 motivos tiene. Andalucía y Jaén ya no son Pesoelandia.