El pasado 7 de mayo, Sabiote despertó dentro de una terrible pesadilla. Carmen Pérez Calvente había sido asesinada de manera brutal y violenta. El pueblo entero ha pasado por varios momentos cruciales, primero fue la incredulidad, imposible que nadie haya sido capaz de eso, luego la rabia cuando se detuvo a la persona que presuntamente lo había cometido, intentamos como pueblo despedir a Carmen como ella se merecía, lloramos juntos, recordamos su bondad y su entrega al pueblo, comentamos, quienes tuvimos la inmensa suerte de conocerla, anécdotas de la vida y las costumbres de Carmen.
Ahora es momento de reflexionar y tomar conciencia, Carmen fue una mujer adelantada a su tiempo que se atrevió a pensar que podía ser libre, después de una vida nada fácil en la que crio a cuatro hijos y cuido de sus padres y su marido enfermos hasta el final, después de algunos problemas serios de salud, Carmen volvió a su pueblo a finalizar su vida en el pueblo de sus raíces. Carmen era una institución en Sabiote y como pueblo hemos tenido la suerte de disfrutarla muchos años. Nada más llegar se integró en la vida de la parroquia, ella era una mujer muy creyente, en Caritas de Sabiote encontró su pasión y la forma de seguir cuidando y haciendo este mundo mejor.
Carmen vivía sola, tenía una vida plena, activa y feliz. Sin darse cuenta que el mundo sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres libres, porque sigue habiendo hombres que no ven mujeres libres, ven blancos fáciles. Ahora llega el momento de hacer justicia, hay que mantener la memoria de Carmen muy presente hasta conseguir esta justicia que necesitamos. La sociedad tiene la oportunidad de dar un paso al frente y dejar claro, que lo que Carmen creyó, es posible.
Tu muerte no va a ser en vano Carmen, de eso puedes estar segura. Sabiote te hará justicia y siempre estarás en nuestra memoria.
