Mediodía en la provincia de Jaén

Alejandro Gallego

Mercado del Aceite

La opinión de Alejandro Gallego


Aparece Donald Trump en el tablero de juego internacional como un matón de barrio, amenazando a diestro y siniestro, descartando los compromisos internacionales en materia climática, sanitaria, comercial, judicial y amenazando a Europa, hasta ahora amiga y aliada. A la provincia de Jaén también le afecta este cambio, con la previsión de nuevos aranceles a nuestro principal producto.

Todavía no se ha materializado esta amenaza externa, pero asistimos a las jugadas de nuestro peor enemigo, nosotros mismos. Hoy pueden encontrar en los lineales de una gran superficie aceite de oliva virgen extra a 5,39 euros el litro. La marca que baja los precios a este nivel pertenece al grupo Acesur, gigante del aceite que maneja los hilos del mercado a nivel internacional y vinculado a los aceites refinados. Ya no podemos culpar a los italianos como hacíamos antes, somos los españoles los líderes del sector.



Políticos, técnicos y científicos son conocedores de lo que está pasando. En primer lugar, los consumidores están confundidos con tantas denominaciones y etiquetados. Esta falta de información es premeditada y consentida. Existen 4 denominaciones básicas: Aceites de oliva virgen extra, vírgenes, de oliva y de orujo de oliva. El que más se consume es el aceite de oliva a secas, procedente de los aceites que no son aptos para el consumo humano si no pasan antes por un proceso de refinado. Sin embargo, estos aceites de menor calidad se benefician de la buena imagen de los vírgenes extra, por sus cualidades organolépticas, nutricionales y saludables, todo un timo. Por poner un ejemplo sería como vender fiambre de pavo utilizando los valores e imagen de un jamón ibérico de bellota. Para producir tanto aceite de oliva hacen falta muchas toneladas de aceites lampantes y aquí tienen mucho que ver los productores: agricultores y cooperativas. Estos aceites se obtienen de aceitunas en mal estado o contaminadas por agroquímicos que deberíamos eliminar de nuestras producciones y es ahí donde deben hacer hincapié nuestros políticos y técnicos. No se entiende como en esta situación de sequía se abusa tanto de los tratamientos químicos.

Según las cooperativas que apuestan por la calidad, como la que produce los aceites de Puerta de las Villas, la calidad se paga. Esta cooperativa presume de producir exclusivamente aceites de oliva vírgenes extra y apuesta tanto por los aceites tempranos como por los ecológicos, obteniendo altas rentabilidades para sus agricultores.