Colas, acabando con el año y la paciencia. Colas que no son de hambre ni de cotillón, ante las urgencias de un centro de salud, aguardando una prueba de antígenos/PCR o una atención inopinada que se torna compleja por la vía ordinaria. La sexta ola es una cola larga e ignominiosa. Una ofensa, en toda regla, a la dignidad del usuario. Colas que no tiene que denunciar desde la oposición porque saltan a la vista y caen por su peso en el marco anómalo de una Navidad con menos batas blancas de lo que las circunstancias demandan. Manda la duda, desde luego, carcome el miedo a contagiar a quienes lo puedan pasar peor. El desabastecimiento de test en las farmacias metió presión asistencial añadida hasta desencadenar la saturación. Colas interminables en el centro de salud del Bulevar de Jaén o en la Explanada de Úbeda. Las juntas de personal avisaron, a finales de noviembre cuando finalizaban los contratos de refuerzo de la pandemia, de lo que podría avecinarse en diciembre. Bien es cierto que, cuando más arrecia la crítica al respecto, la paisana Catalina García, viceconsejera de Salud, se multiplica en periplo extenuante por su circunscripción anunciando grandes inversiones, absolutamente plausibles sobre el sufrido papel (si no fuera porque los presupuestos para el año que viene están prorrogados), destinadas a modernizar y ampliar la oferta de nuestros ambulatorios y hospitales. Pero eso, ahora, veintitantos de diciembre, no sirve para reducir las colas y ampliar plantillas diezmadas donde, además, falta personal que, en su derecho –merecidísimo- está disfrutando actualmente de los días de descanso pendientes, siempre antes de la segunda semana de enero, que es la acostumbrada fecha límite.
No dotan con recursos suficientes el primer dique de contención y, cuando la necesidad aprieta, la respuesta deja mucho que desear. Sólo el encomiable sacrificio de nuestros sanitarios sostiene a flote el sistema. Siguen subiendo los casos de coronavirus de la variante ómicron, también en Jaén, incrementándose exponencialmente la incidencia acumulada durante los últimos 14 días. Por fortuna, con la mayor parte de la población diana vacunada, el contratiempo no es tanto la cuarentena de 10 días de la persona sana e inmunizada que dé positivo como la preocupación en las reuniones familiares por poner involuntariamente en brete la salud de los más vulnerables de la casa. Ya ven, el espíritu contaminado de esta blanca Navidad, deficitaria en batas blancas y capacidad política de previsión. El reforzamiento de la atención primaria, anunciada por el súper-consejero Elías Bendodo en vísperas de Nochebuena, llega tarde. Siempre pagan las consecuencias los mismos: aquéllos a los que, sin acceso a la sanidad privada, no les queda otra que hacer cola.
Fin de año político. Los preparativos de las elecciones andaluzas absorben otras atenciones primarias. El inesperado adelanto de los comicios autonómicos en Castilla-León, forzado por Génova 13, era la hoja de ruta que se preveía en Andalucía si no llega a estropearlo todo Fran Hervías intentando entrometerse en el introito del 16º Congreso del PP andaluz, a resultas de la obsesión por su ex rival en Cs, Juan Marín. Moreno Bonilla, cuentan, prometió a su vicepresidente listas conjuntas, asidero al que se aferra el líder regional de Ciudadanos como a clavo ardiendo. Encabezar en Cádiz o Sevilla en tanto Juanma lo haga por Málaga. En Jaén, el cuarteto de salida se antoja cada día más claro: Juan Bravo, Catalina García, Érik Domínguez y Maribel Lozano. Lo de hacer hueco a la vicesecretaria regional de Agricultura y Desarrollo Rural, Yolanda Sáez, aún está por ver. En el PSOE, entretanto, Juan Espadas ha cumplido su promesa de abandonar la alcaldía de Sevilla para terminar reencontrándose en el Senado con Susana Díaz. Antes tuvo que renunciar la malagueña Marisa Bustinduy, y no lo hizo de buena gana. Aquí, se da por hecho que la ‘2’ para todo de Espadas, Ángeles Férriz, volverá a tener reservado el ‘1’. La duda razonable se sitúa en si en el ‘2’ repetirá Felipe López o llegada es su hora -67 años- de dar un paso al lado. Para el oficialismo reyista lo normal es que Felipe retorne al Senado y José Latorre, que acaba de salir del staff de Hurtado, sea el segundo por Jaén a las Cinco Llagas. Cambio de cromos. Mientras, en la crónica política de andar por casa, el año termina con la confirmación del acuerdo de gobierno de Begíjar entre PP e IU, moción de censura que descabalgará del poder al PSOE (5 – 5 – 1) y que el mandamás popular Érik Domínguez descartaba categóricamente a principios de septiembre. Expulsada al suscribir la moción la única concejala de la federación de izquierdas, el camino queda expedito. Será el 5 de enero, en vísperas de Reyes. Donde dije digo, digo Diego, Diego Soriano, actual alcalde socialista, a penar en la oposición.
Manuel Expósito
El ExpositorColas y restos de fin de año
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Foto: EXTRA JAÉN
Cola de espera ante el centro de salud de la Explanada de Úbeda.