El Expositor

Manuel Expósito

El código de la verdad a medias

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 El código de la verdad a medias

Aurora boreal.

La provincia de Jaén registra las temperaturas máximas del sur de España durante el fin de semana de Eurovisión. La cosa está que arde. Gran final, desde Suecia. Pitos a la representante de Israel, empero, en quinta posición, segunda en televoto, primera de España. Vence un suizo con una canción que habla de códigos, seguramente encriptados, ‘The code’. Siempre gana la banca. En su línea, la representación española, Nebulossa y el fenómeno ‘Zorra’, no queda última de casualidad: 22 de 25. Coincidiendo con el recuento, un rabino ultra, en un vídeo difundido en la antigua Twitter, justificaba la muerte de niños palestinos “porque serían la próxima generación de terroristas de Hamás”. Hace una semana en la Alta Austria se conmemoraba el 79 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Mauthausen. ¿Para qué sirven las leyes de ‘Memoria Histórica’?, se preguntan los gobiernos de coalición de PP y Vox en Castilla y León, Valencia o Aragón. ¿Para no olvidar jamás quiénes fuimos y de dónde venimos? El último zarpazo de la barbarie, retransmitido en falso directo desde Rafah, aflauta y empequeñece las homilías huecas del mundo occidental, es decir, nosotros mismos, envueltos en el campaneo hipócrita del ‘quiero y no puedo’. Televotemos multiplicarnos por cero. El Gobierno de España reconocerá, el 21 de mayo, el Estado de Palestina. Nuestra solidaridad, así, resulta centesimal, vale menos de un euro. 72 horas más tarde empezará la campaña de las Elecciones Europeas. El aperitivo era hoy, en nuestra avanzadilla septentrional más europeizante: Catalonia, Catalunya, ‘Polonia’. Incidencia reseñable en las cercanías de Rodalies por el robo de cable. Se impone insuficientemente la versión seny de Salvador Illa. El segundo en cuestión, a distancia del tercero, Carles Puigdemont, hizo campaña desde el sur de Francia y no pudo siquiera cruzar la frontera para asistir al entierro de su madre. No hay excepción, a propósito de la amnistía y de los pactos por venir, que no termine por confirmar la regla del más difícil todavía, por más que el ‘no independentismo’ pudiera bordear, por vez primera, la mayoría absoluta. Galimatías.

El problema de moda en España, Catalunya y Jaén incluidas, no son tanto los bulos como las medias verdades. Lo hemos comprobado, otra vez, esta semana, con la irrupción del affaire sobre el ‘audio de Erik’ cuando todavía no nos habíamos repuesto del sinsentido de la retirada de la candidatura de ‘Paisajes del Olivar’ o de la continuidad de las diligencias judiciales por el sainete ‘Pandilla’. Por partes. Quiso el destino que en la gran semana romera de la Virgen de Alharilla, patrona de Porcuna, resurgiera la figura de la vacante en 2022 en la gerencia del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Jaén. Quien gobierna en la Junta suele poner nombre y apellidos al cargo. El PSOE lo hizo históricamente reacomodando a dirigentes procedentes de otras cesantías -Antonio Guinea, Ana María Quílez, Antonio Cuenca…-. Ahora, siendo la prerrogativa del PP, un ex candidato popular a la alcaldía de Mengíbar, Sergio López, terminó siendo el elegido tras un trámite selectivo preestablecido. Bien es cierto que, recién celebradas las elecciones andaluzas, 19 de junio de 2022, el puesto pudo ser para el ex parlamentario de Ciudadanos Enrique Moreno, hijo de Miguel, alcalde de Porcuna, líder territorial de Cs, acérrimo defensor del hasta entonces vicepresidente naranja de la Junta, Juan Marín. De hecho, el muy leal socio de Juanma Moreno en la anterior legislatura, nombrado presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, elaboró una relación de correligionarios recomendados, gente de su plena confianza que deseaba fuera incorporada a la estructura de poder político andaluz, y en ella figuraba Enrique Moreno. No terminó de delegado de una consejería, tampoco en la gerencia del Consorcio Metropolitano, y hasta sonó para el desempeño de una hipotética responsabilidad de nuevo cuño: coordinador provincial de OCAs -Oficinas Comarcales Agrarias-. El mediodía del pasado jueves, la Cadena SER Andalucía avanzaba en sus informativos, en exclusiva, un audio de Erik Domínguez, en el que el presidente del PP de Jaén, off the record, anunciaba las bases de la convocatoria al puesto de gerente metropolitano. ¿Quién, y a quién, filtró el mensaje de whatsapp? ¿Blanco y en botella? Enrique Moreno, con todo, lo niega, añadiendo más cizaña contra Domínguez: “El presidente del PP me dijo <<Recurre y te la damos (la plaza)>>”. Curiosa coincidencia, este mismo jueves, Enrique Moreno era uno de los 3 opositores con mejor nota en la primera prueba de una oposición libre, 250 aspirantes, para cubrir 3 plazas de Técnico de Administración General (A1) en la Diputación de Jaén. Erik, entre la espada y la pared, aferrado a la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, cuestionaba la independencia y la objetividad del tribunal de la oposición en Diputación: “De las 3 plazas que va a tener esta oposición, Enrique Moreno ostenta el número 3. Pero resulta que la persona que está en el número 2, con una nota exactamente idéntica a la suya, ha ocupado un cargo público en el PSOE. Fue concejala del Partido Socialista en Linares y es familiar de miembros de la actual Diputación Provincial de Jaén. Esto es gravísimo”, exigiendo la paralización del proceso, así como la constitución de una comisión de investigación. A primera hora de la tarde del viernes, la entrevista del día en el programa sensacionalista de Risto Mejide ‘Todo es mentira’ de ‘Cuatro’ era al dueto. Un circo. Todo es media verdad, ¿la peor de las mentiras?



Erik Domínguez, desatado, atribuía la revelación de su controvertida nota de voz dirigida a Enrique Moreno a una “cortina de humo para tapar el inminente paseíllo judicial de Julio Millán y África Colomo, 17 de mayo, por el caso ‘Pandilla’. Prestarán declaración, en calidad de investigados por el empecinamiento ‘garantista’ del nuevo juez instructor, como presuntos autores de un delito de denuncia falsa. Si la denuncia archivada del PSOE contra dos concejales/candidatos del PP se sustentaba en unos pantallazos de móvil, aportados por los dos vecinos de La Magdalena implicados, burdamente montados, la denuncia subsiguiente que interpusieron los populares Antonio Losa y Manuel Palomares contra el PSOE sólo tendría recorrido, judicial y político, si se demostrara fehacientemente que este ideó la farsa. ¿Inducción directa y premeditada o mera recepción de la supuesta prueba inculpatoria? La clave. En el segundo supuesto, plausible, caramelo envenenado, la invectiva, producto del neblinoso lawfare o no, quedaría en agua de borrajas.

Agenda de la semana. Pleno del Parlamento andaluz, miércoles y jueves, sobre la crónica insuficiencia en las sustituciones programadas de verano en la sanidad pública, otra vuelta de tuerca en el particular calvario de la paisana Catalina García, y en torno a la creación de dos nuevas universidades privadas en la Comunidad, ‘Alfonso X el Sabio-Mare Nostrum’ y ‘Universidad Europea de Andalucía’, ambas en Málaga, la capital factual de la nueva Andalucía de Juanma. En dos viernes, además, la campaña de las Elecciones Europeas. Los resultados de las autonómicas catalanas y de los comicios en la eurozona supondrán indiscutiblemente un punto de inflexión en la política nacional. ¿Volverá a sorprender el sanchismo? ¿Reforzará su liderazgo Núñez Feijóo? ¿Sustituirá finalmente Juan Espadas a Teresa Ribera en el ministerio de Transición Ecológica? ¿Se abrirá ya el melón de la sucesión en el languideciente PSOE andaluz? ¿Aterrizará desde Ferraz el tándem María Jesús Montero/Juanfran Serrano? Auroras boreales y contexturas improbables, la oposición frontal en la zona 14 de la Campiña jiennense a su integración en la candidatura de ‘Paisajes del Olivar’ a Patrimonio de la Humanidad, razón de fondo de la retirada, no logró enfrente líder político alguno dispuesto a defenderla. Ni siquiera uno, o una, en el PSOE de Paco Reyes. Verdad verdadera.