Bocas llenas de palabras

Hace poco se conmemoró el Día de Andalucía, que en principio iba a ser el 4 de Diciembre en recordatorio de las multitudinarias manifestaciones que se produjeron en 1977 al grito de “libertad, amnistía y Estatuto de autonomía” y en las que se produjo el asesinato a manos de la policía armada de un jovencísimo García Caparrós (19 años), militante de Comisiones Obreras, en Málaga. El negro crespón no era cuestión de sacarlo a pasear cada año y así se trasladó la celebración a la fecha que todos conocemos (los de Vox prefieren el 2 de Enero por la caída de Granada, ya puestos casi que mejor la rebelión de Hermenegildo). Por cierto, nunca se dio o no se quiso dar con el asesino. Si hablan papeles tanto la UCD como Alianza Popular promulgaban la abstención .La Constitución de la autonomía andaluza necesitó de fórceps y ciertas artimañas de dudosa legalidad para ser aprobada según las condiciones a cumplir pues en Jaén y sobre todo en Almería no se daba el requisito necesario según el cual más de la mitad de los municipios de cada provincia se manifestaran a favor. En Jaén se solucionó dando por válidos votos antes considerados como nulos. En Almería directamente se cambió la ley de forma retroactiva. Todo este tortuoso proceso queda resumido en un pan con aceite, el himno de Andalucía por Jarcha y en pintar las mejillas de los niños chicos con los colores de “ésta, nuestra comunidad” (y yo no soporto a los niños chicos con banderas sean cuales sean éstas). Luego a los políticos, se les llena la boca que si “el duende”, La Alhambra, Doñana, el sempiterno A.O.V.E, las estrellas Michelin, nuestra idiosincrasia, nuestra forma de ser…total… hablar sale gratis. Cómo a mí las esencias nacionalistas me atraen poco miro todo el asunto con bastante frialdad. ¿Queremos que Andalucía esté más unida? Realicen de una puñetera vez la autovía Jaén-Córdoba (algo que defendía el P.P. cuando estaba en la oposición y ahora en el poder se le ha olvidado) y no nos vendan otro parcheo. La nacional que hay ahora tiene alta siniestralidad y “los andaluces y andaluzas” agradecerían llegar de una pieza a su casa. Devuélvannos los servicios ferroviarios que perdimos las provincias más pobres para que se construyera un A.V.E. y su proyecto en el que Jaén no estaba y menos se lo esperaba. No nos quiten la miel de la boca dándole el plan COLCE a otra provincia…”Promesas, promesas…” como diría Shakespeare. En fin sigan llamándonos tontos pero al menos dennos pan.