La chapa

Carlos Oya

La bestia en mí

El traslado de la estación de autobuses a las Antípodas afectará en especial a clases modestas, estudiantes, vecinos de pueblos de alrededor

Hay una canción maravillosa de Nick Lowe llamada “The beast in me” que es lo que me ocurre cuando los políticos de Jaén sacan a la palestra la situación de la actual estación de autobuses. Ayer distintos medios locales se hicieron eco de la noticia según la cuál la estación de autobuses sería trasladada a Coñorronco, perdón…al recinto ferial mientras se llevan a cabo las obras de remodelación del hotel Rey Fernando. Francamente es curioso que ninguno de los tres partidos fuertes del Consistorio, tanto en el gobierno como en la oposición, apuesten por una reforma y modernización de la estación actual anteponiendo los intereses privados de una constructora a los de sus vecinos. Sorprende aún más que la iniciativa venga apadrinada por el P.S.O.E. y por JAÉN MERECE MÁS que de seguir su curso debería rebautizarse por JAÉN MERECE MENOS. Voy a reseñar algunos puntos que no por repetidos dejan de tener importancia:

-1-La estación de autobuses es un servicio público municipal y me atrevo a decir que todos sus usuarios están conformes con su situación actual.



-2-La situación de dejadez en la que se encuentra no puede ser usada como motivo para su traslado pues esa dejadez y su competencia responde al ayuntamiento que ni siquiera se molesta en borrar las pintadas por no hablar de la cafetería y ese aspecto ruinoso que demuestra parte de la fachada.

-3-Se supone que un gobierno progresista debe apostar por los servicios públicos de transporte y hacerlos accesibles a la ciudadanía. Más aún con el déficit estructural que viene soportando este municipio desde hace décadas.

-4-El traslado de la estación de autobuses a las Antípodas afectará en especial a clases modestas, estudiantes, vecinos de pueblos de alrededor que utilizan tal medio cuando necesitan ir al médico o gestiones administrativas.

5- Da la impresión de que ese traslado provisional terminará convirtiéndose en permanente debido a la magnitud de las obras y la previsible lentitud de éstas (recuerden el edificio de Simago) dando por buena una política de “hechos consumados”.

6-No es baladí reseñar que los terrenos  de  la de la estación de autobuses  son “golosos” para las constructoras. Es probable que aquí resida el motivo por el cual ninguna de las formaciones defiende la localización actual.

7-Resulta cuando menos curioso que un consistorio que se identifica progresista facilite una iniciativa privada que supone un perjuicio para la comunidad cuando debería ser al revés.

8-El eufemismo de “evitar escenas “cuando el alcalde habla de los inmigrantes que se concentran en época de la aceituna en la estación y aledaños es francamente desafortunado por varias razones:

-        Primero y más importante, la responsabilidad de que no se produzcan estas “escenas”, siguiendo la terminología del primer edil, reside en el Ayuntamiento y en sus cuerpos de seguridad.

-        Trasladar el problema a otro sitio no lo va a solucionar.

-        Se desprende cierta hipocresía en sus palabras a mí entender. Somos la capital del A.O.V.E. pero despreciamos a la gente que realiza la campaña. Pocas personas con siete apellidos jiennenses varean hoy olivos.

9-Ante la acusación de que los autobuses entorpecen el tráfico de la ciudad lo mismo se podría decir del resto de medios de locomoción. Nadie tiene patente de corso para suponer que la elección de su medio de transporte está por encima de la elección de los demás.

10- A la acusación de que muchas capitales han trasladado la estación a las afueras se les puede argumentar con otras que no (Almería por ejemplo). Y, aunque sea una estación de tren, Atocha se encuentra en el centro de Madrid.

Por supuesto podría seguir pero no es cuestión de cansar al lector…por lo menos hasta la próxima vez que despierten a la bestia en mí.