“Wait and see” es una típica frase hecha de la lengua inglesa. Su traducción literal, “Espera y ves”, no capta todo el sentido pues en la pérfida Albión y colonias de ultramar se usa como respuesta cautelosa ante un asunto que uno no ve del todo claro y opta por esperar la evolución de las cosas. Es mucho más acertado traducirlo por nuestro “ya veremos” verbigracia:
-El Real Jaén este año sube seguro.
-Wait and see.
Desde mi candidez leo aseveraciones en la prensa sobre el fallo en el caso del fiscal general del estado que me suscitan preguntas varias. Para empezar no sé si es habitual en la judicatura que se comunique el veredicto pero no la sentencia, en todo caso menudo “cliffhanger” se ha marcado el Supremo digno de “El imperio contraataca”. Ya puestos hubieran coronado con: “Culpable. Continuará…”.Dicho esto, ¿no sería mejor esperar la publicación de la ya mencionada sentencia para hacer juicios de valor de cualquier tipo? No es la primera vez que mento el proverbio: “Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”.
Respecto al caso en cuestión lo que tengo claro por lo poco que he colegido es que es un embrollo de padre y muy señor mío lleno de tecnicismos, gargantas profundas , ,plantas de edificios, declaraciones risibles que pretenden ser solemnes, demandas de fe sustentadas en nada probatorio como exige toda fe, zafiedad por parte de Miguel Ángel, Rodríguez contestando como si estuviera pidiendo de mala gana un DYC-PEPSI en el bar del tanatorio…pero no he conseguido sacar nada en claro sobre si hubo o no hubo filtración. Debo ser el único. Lo que me choca es que la prensa generalista lo tenga tan claro en un sentido u otro.
Sí que he detectado la incongruencia de algunas opiniones al ligar el fallo al fiscal con la situación procesal de Rodríguez Amador a la sazón novio de Ayuso y postulado a nuevo Don Mendo cuando quería hacer de Hamlet en el estrado.
Leo “Fiscal culpable mientras que el defraudador confeso sale impune”. Que yo sepa al señor Amador no se lo estaba juzgando de la manita con el Fiscal General. Este señor no ha salido impune de nada porque está acusado en un proceso distinto con un tribunal distinto. También me exaspera un poco explicar otra vez lo mismo. La ley nos ampara a todos. Buenos, malos, gilipollas, aficionados a las berenjenas con miel o presuntos defraudadores confesos. El delito, si lo hubiere, no debe soslayarse porque el afectado sea un chorizo o nos caiga mal su novia como se lee entre líneas o en las líneas mismas de bastantes plumillas. No sólo porque se violan derechos sino porque el mismo órgano jurídico se corrompe. Así que un servidor simplemente va a esperar y ver como evoluciona la cosa antes de dejarse llevar por derroteros pasionales. “Wait and see”.