El tren

La movilidad sostenible es una apuesta de la UE y de las diferentes agendas internacionales que combaten el cambio climático, promoviendo un transporte lo más eficiente y menos contaminante posible, tanto en los desplazamientos de personas como de mercancías.
El corredor ferroviario del Mediterráneo que unirá por la costa los puertos del Sur y del Norte de Europa, hará descender notablemente la circulación de vehículos pesados en las carreteras. Un ramal importante del Corredor Mediterráneo es el llamado Central que parte igualmente de Algeciras con dirección Madrid-Zaragoza (está incluido en las redes prioritarias de transporte de la UE). Este Corredor es vital para la provincia de Jaén, pues además de quitar camiones de las vías, daría carga al reivindicado Puerto seco de Linares, y por fin la deseada línea ferroviaria de altas prestaciones que nos acercaría a Madrid en menos de 2:30 horas y a Sevilla en 1:40.
Además del descenso de vehículos en las carreteras por los nuevos servicios ferroviarios, hay que tener en cuenta lo que los planificadores de la movilidad americanos vienen llamando “Peak Car”, que es la bajada mantenida, desde hace 15 años, en el uso del automóvil. Consecuencia de la mayor conciencia medioambiental, la aceptación del transporte colectivo y también que la idea del automóvil como símbolo de estatus se quedó rancia.
Que los vehículos en circulación van a descender, es hoy algo más que evidente. Ante ello me pregunto ¿cómo seguimos reivindicando la construcción de nuevas autovías? Bien que nos centrémonos en que terminen la A-32, el corredor central ferroviario, las infraestructuras asociadas de logística y las conexiones de pasajeros. Pero no dispersemos más nuestra más que nula capacidad reivindicativa, pidiendo Autovías como si estuviéramos en los años 90, no precisamos una Jaén-Andújar, mejor que adecuen el acceso tercermundista a Jaén desde Fuerte del Rey, y que aumenten los arcenes. De Torredonjimeno a Córdoba que saquen los tractores de la carretera, le den nuevo trazado a las variantes y solucionen al laberinto de El Carpio. En la N-432, eliminen los puntos negros como el cruce con la A-316, la peligrosa travesía de Las Ventas o las intersecciones de Alcalá. No podemos estar alicatando permanentemente el medio natural, haciendo efecto llamada al uso de coches y a la vez estar buscando su reducción, todo a la vez.
Ganar elecciones, influir en Madrid, nunca puede ser el fin, más bien es la herramienta precisa para la búsqueda del bienestar de la gente, para implantar políticas con proyectos concretos, reales, coherentes y con el mayor consenso posible. Pedir todas las autovías y todos los ferrocarriles es el camino para no hacer nada. Concretemos.
Salud.