Mediodía en la provincia de Jaén

Juan Francisco Villar

Aquí sí se puede vivir, pero todo es mejorable

La opinión de Juan Francisco Villar


A todos los que hemos vivido fuera nos han dicho más de una vez eso de "como aquí no se vive en ningún sitio, a que no". No, en cualquier sitio se puede vivir igual de bien, dependiendo de las personas que nos rodean y de nuestras propias necesidades. También hemos oído todos muchas veces aquello de “Aquí no se puede vivir. No hay nada.”

Desgraciadamente en nuestra provincia se dan mucho las dos posturas. Y muchas veces en la misma persona. Y tanto una como otra nos llevan a la inacción porque ni sabemos lo que tenemos, ni nos preocupamos por impulsarlo.



Sólo así se explica que vendamos tan mal una provincia que es la que tiene el mayor número de castillos de Europa, la mayor superficie natural protegida con una biodiversidad de las más importantes de Europa, la única provincia española con dos ciudades patrimonio de la humanidad, una provincia que es referencia en esa cultura de ese pueblo íbero que da nombre a nuestra península. Y, por supuesto, la mayor productora de aceite de oliva, que eso sí lo sabemos todos.

Cuando yo pregunto a alguien de nuestra provincia dónde hay más castillos en España, la respuesta suele ser que en Castilla. Si la pregunta es dónde ir si buscamos turismo en la naturaleza, todos suelen responder que a Asturias. Si preguntamos en qué provincia hay más ciudades patrimonio de la humanidad, es probable que no se nos sepa responder porque sí sabemos que nosotros tenemos Úbeda y Baeza pero, en general, desconocemos qué otros lugares lo son. En cuanto a lo de la cultura íbera, pocos de nuestros paisanos la conocen y sabrían darnos algún ejemplo.

Al menos, nos queda el aceite. Si supiéramos venderlo. Porque yo, cuando estoy en el extranjero, y visito la sección de aceites en un supermercado, veo que, casi siempre, el aceite español es el aceite de oliva barato embotellado en botella de plástico que nadie valora, mientras que los AOVES de calidad que venden en botella de cristal suelen ser italianos, griegos o tunecinos. Y cuando desayuno en algún bar de nuestro país, suelo pedir tostada con tomate y aceite. Y, fuera de Jaén, creo que sólo me he encontrado una vez un aceite de Jaén. Normalmente será de Córdoba, de Sevilla, de Granada, de Toledo, o incluso de Lérida en algunos lugares.

Por lo tanto, ni estamos en el mejor lugar del mundo, ni vivimos en un sitio prescindible. Tenemos mucho que ofrecer, pero tenemos que creérnoslo y transmitirlo.