Asfaltado de calles, arreglo de jardines, enderezar la valla sempiternamente caída o una excavadora en un gran solar bajo el cartel ‘Construcción del centro de salud’. Sí señoras y señores, estamos en campaña electoral. Ya más bien en la recta final, puesto que este domingo, 28M, tenemos cita con las urnas para elegir a los alcaldes o alcaldesas que regirán nuestros respectivos ayuntamientos durante los próximos cuatro años. Eso a priori y sin tener en cuenta los pactos post-electorales que se puedan producir en cada caso.
La llamada a las urnas es el late motive, la palanca que activa a nuestros políticos, que les pone la pilas para poner en marcha proyectos prometidos que no acababan de arrancar o culminar otros alargados en el tiempo. Las promesas reflejadas en los programas electorales, si antes no eran de obligado cumplimiento, ahora menos en una época donde ganan protagonismo los tik-tok, hastag y demás memes. Por no hablar de fake news. Es lo que han traído las redes sociales y el uso partidista, nunca mejor dicho, que se hace de las mismas.
Por eso aproveche estos días y pida en su ayuntamiento, a su máximo regidor o regidora, aquello que necesite. Que arreglen su calle, pongan bancos para descansar con sombra en su paseo o limpien su entorno. No recibirá un no por respuesta, se lo aseguro.
Este próximo domingo ejerza su derecho al voto, aunque no le guste ningún candidato o candidata, y aproveche que estamos en un país democrático. Y hablando de limpieza, como decía el anuncio de los ochenta, durante estos últimos días de campaña, busque, compare y si encuentra algo mejor, vótelo.
