Mediodía en la provincia de Jaén

Ana Cortecero

El aceite también vuelve a casa por Navidad

La opinión de Ana Cortecero


Me alegra comprobar que Jaén ha dado ya, desde hace casi una década, un paso más allá de la tradicional “cultura del olivar”, para fomentar la tan necesaria “cultura del aceite”.

Verán, desde hace muchos años nos han acostumbrado a preparar la Navidad a primeros de noviembre. Las ciudades comienzan a instalar sus alumbrados navideños y los grandes centros  comerciales se encargan de recordarnos que las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina, es  decir, a poco más de un mes y medio. Es tal el bombardeo publicitario que, por si alguien no se ha  enterado, el mensaje se refuerza con la celebración de otro invento norteamericano a finales de  noviembre, el esperado Black Friday. La cuestión es comprar, comprar antes de Navidad, lo que no  me parece mala idea para evitar bullas en los comercios y aprovechar mejores precios. El problema es cómo después de anticipar tanto las compras navideñas, las personas de carne y hueso aguantamos la traca consumista final, que en España se prolonga hasta Reyes.



Por eso, me parece acertadísima la idea de promocionar el aceite de oliva, nuestro producto  estrella, en estas fechas. Jaén se ha vuelto a convertir, durante este fin de semana en lo que le pertenece y merece por derecho propio, en la capital mundial del aceite de oliva. Y lo ha hecho más allá de las grandes ferias agroalimentarias, lo ha logrado a pie de calle, invitando a la gente  corriente a participar en una gran fiesta del primer aceite. No de cualquier aceite, sino del mejor de  los aceites, de los aceites de extracción temprana, los aceites de calidad suprema, los aceites para  platos especiales, los aceites que habría que consumir y regalar en Navidad. ¿Por qué si solemos  llevar una buena botella de vino cuando nos invitan a comer o cenar, no llevamos una botella de  buen aceite de oliva virgen extra? Piénsenlo, no resulta más caro que un buen vino y seguro que sus  anfitriones se lo agradecerán. Con este gesto no solo seremos originales, sino que estaremos  haciendo gala de nuestra tierra y -superando ese patrioterismo populista,-apoyándola como auténticos jiennenses.