La incidencia de cáncer en personas de menos de 50 años está aumentando. Los datos disponibles nos hacen temer que esta tendencia conduzca a una pandemia mundial de cáncer en adultos jóvenes.
Las razones de este fenómeno no están del todo claras, pero, probablemente estén relacionadas con los cambios en los estilos de vida acontecidos en las últimas décadas, que ha llevado a que la población más joven se exponga a diversos factores de riesgo.
Uno de los factores que contribuye decididamente al aumento de incidencia de cáncer es atribuido a los cambios en la dieta de la población. Efectivamente, el aumento del consumo de alimentos procesados y ultraprocesados y, en general, el consumo de la denominada dieta occidental, en detrimento de dietas tradicionales más saludables como la Mediterránea, están detrás de estos resultados.
Como ejemplo, constatar que la aparición de cáncer colorectal en adultos jóvenes se asocia con la ingesta de bebidas azucaradas durante la adolescencia y la juventud; la adherencia a patrones dietéticos occidentales; la ingesta de carne procesada; la ingesta de carne roja; la baja ingesta de vitamina D; la ingesta limitada de verduras, frutas y micronutrientes y; por último, el consumo excesivo de alcohol.
En vista de esto, es imprescindible concienciar, tanto a la población como a los profesionales de la salud, sobre la creciente incidencia del cáncer de aparición temprana y tratar de aumentar los esfuerzos de prevención primaria, secundaria y terciaria. Por ello, es razonable suponer que las intervenciones que promueven un estilo de vida saludable, incluida una dieta sana, podrían reducir el riesgo de cáncer.
Los pasados días 5 y 6 de noviembre, se desarrolló la IX Fiesta del Primer Aceite de Jaén. Además de servir como escaparate para presentar los AOVEs de Jaén de la nueva campaña, esta fiesta cumple también con la función de promover una dieta saludable como es la Mediterránea y en la que es imprescindible la presencia de los aceites de oliva vírgenes.