Mediodía en la provincia de Jaén

José Moral Jaenes

El gobierno debe disolver al pueblo y elegir otro

La opinión de José Moral Jaenes


La democracia es un sistema basado en la confianza. La ciudadanía confiamos en una serie de personas “elegidas por sufragio universal libre, igual, directo y secreto” para que nos representen y en nuestro nombre gestionen el país, en base a los compromisos adquiridos durante las campañas electorales.

Este concepto tan simple y tan fácil de entender por la inmensa mayoría de nosotros y nosotras, se ha convertido para quienes nos representan, en un objetivo inalcanzable.



Un vistazo a cualquier medio de comunicación basta para comprobar que lo que se discute en política, cada vez tiene menos que ver con las necesidades y los deseos de la mayoría ciudadana.

Y no es que no se haga política, buena y menos buena, como siempre. Es que lo que nos llega a través de cientos de amplificadores mediáticos tiene poco que ver con las preocupaciones diarias de la gente y mucho con el interés de los partidos y de los grupos de presión de siempre.

Aunque a estas alturas estoy seguro de haber desarrollado, a golpe de telediario, una cierta inmunidad al ruido que precede y sucede a cualquier información relevante, tengo claro que el bombardeo de sensacionalismo acaba haciendo mella en cualquiera.

Con este escenario, las ultimas noticias relevantes y repugnantes de la política española que afectan al PSOE y por ende al gobierno, pasan de ser un hecho imposible de digerir para cualquiera de a pie, a un circo de dos pistas con función continua las 24 horas.

Nunca creí que veríamos otra vez a un gobierno de izquierdas denigrarse ante la ciudadanía por la corrupción de algunos de sus miembros. 30 años después, cambian las caras, pero se mantienen las mismas actitudes y los mismos vicios de entonces.

¿Cómo es posible que no hallamos aprendido nada? ¿Cómo es posible que gente que nos representa se sigan comportando de esta manera tan incalificable?

Siempre ha habido corrupción en el poder, pero cuando gobernó la derecha, no me sentí sorprendido en lo más mínimo, me pareció algo habitual. Reprochable, denunciable, pero lamentablemente habitual. Sin embargo, que aquellos a quienes apoyo se comporten igual, traicionando mi confianza, eso sí que duele y me lleva a pensar cuantos miles de ciudadanos se sienten igual que yo, decepcionados y lo que es peor, desamparados.

Pedro Sánchez dice que va a seguir porque no hacerlo sería peor para el país. Es posible que tenga razón, pero ahora mismo solo me viene a la memoria la frase de Bertolt Brecht:
“...sería más fácil que el gobierno disolviese al pueblo y eligiese otro”.