Desde el pasado 1 de marzo ha comenzado el proceso de escolarización para el curso próximo. En esta provincia serán los 326 centros sostenidos con fondos públicos para las enseñanzas de Educación Infantil (segundo ciclo), Educación Primaria, Educación Especial, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato los que tendrán abierto el plazo de presentación solicitudes hasta el 1 de abril.
Yo, desde hace cuatro años vivo estos procesos desde fuera, pero me sigue emocionando lo que esperamos de la escuela, de la educación, lo que se produce dentro de los centros educativos.
Ojalá que la escolarización se realice de forma óptima y el curso próximo no olvide que los niños y las niñas, que las y los jóvenes que acuden a las escuelas e institutos tienen en sus casas, en la calle, en los medios de comunicación muchas más fuentes de información y de transmisión cultural, que en S.XX tenían en sus casas las familias acomodadas.
Ojalá las opciones metodológicas y organizativas tengan en cuenta que ya no son los títulos académicos los que dan prestigio económico, social y cultural, que los conocimientos que necesitamos son cada vez más relacionados con los procedimientos y con las actitudes y valores, que no vale saberse los datos, sino saber buscarlos, interpretarlos y hacer algo con ellos.
Me gustaría que la escuela no encajonara por la edad en un aula, que leer fuera el placer nuestro de cada día, que los conocimientos se fueran aglutinando uno al lado de otro, o encima o debajo, como una hermosa red donde aguantar los envites de una sociedad cambiante. Me gustaría que los centros educativos fueran un lugar en los que perderse, pero sin enturbiar la curiosidad y ese brillo alegre e inteligente de las miradas del alumnado. Me gustaría que la escuela fuera capaz de ofrecer un espacio donde ordenar, clasificar, seleccionar lo más valioso que la vida tiene y sobre todo, que lo diera con amor, con respeto, para aprender a solucionar los problemas que se presentan.
Cada año cuando llega el proceso de escolarización me da por imaginar la escuela que me gustaría y una idea me ronda por la cabeza, que nuestra provincia se convirtiera en líder en un modelo educativo integrador, creativo y diverso, y que este nos coloca en un lugar histórico y relevante.