Mediodía en la provincia de Jaén

Carmela Cobo

Escuelas que empoderan

La opinión de Carmela Cobo


Este fin de semana he leído la noticia de que 240 personas de 9 países diferentes desde Alemania hasta Argentina se han inscrito en el curso Historia de la Teoría Feminista. Un curso que se va a impartir en modalidad online por la escritora feminista, Rosa Cobo, en la Escuela de Feminismo y Empoderamiento de la Diputación Provincial de Jaén. Una escuela que desde hace 6 años lleva poniendo en marcha acciones en las que nos hemos formado 4.500 personas de la mano de grandes figuras del feminismo español e internacional.

Que importantes son estas iniciativas que nos ayudan a poner nombre a lo que intentamos vivir y en lo que creemos pero, de lo que nadie nunca nos habla. He sido feminista toda mi vida, todo lo feminista que se puede ser, educada en una sociedad como la nuestra, una feminista de pacotilla como a veces me gusta resaltar. Siempre he sido consciente de las grandes diferencias que existen entre hombres y mujeres y siempre me he rebelado contra ellas. Por eso fue muy reconfortante entender y poner nombre a esta idea. Comprobar que no estaba loca ni equivocada, que muchas mujeres antes que yo, habían dedicado su vida a conseguir esa igualdad entre personas sin importar su sexo. Fue muy revelador estudiar la historia de cómo otras mujeres anteriores a mí, habían conseguido derechos que yo podía disfrutar gracias a ellas.



Cuando oigo críticas sobre la importancia o no de estas iniciativas siempre pienso en lo importantes y necesarias que son. Ponen en marcha acciones que sirven para poner al alcance de todas las personas este conocimiento, algo que puede ayudarnos a tomar conciencia, para no ceder ni un milímetro de esas conquistas que personas valientes ya han conseguido y para que sigamos alcanzando logros que nos hagan avanzar hacia una sociedad mejor, más igualitaria, más justa y más libre. Porque, como dice la socióloga Marina Subirats, el feminismo es un movimiento de liberación de mujeres y de hombres, lo que pasa es que los hombres todavía no se han dado cuenta.