Mediodía en la provincia de Jaén

Alejandro Gallego

Estrenamos la nueva Ley de Economía Circular en Andalucía

La opinión de Alejandro Gallego


El Pleno del Parlamento ha aprobado este miércoles la Ley de Economía Circular de Andalucía, que pretende garantizar un futuro mejor para las generaciones presentes y futuras. Se trata de la mejor apuesta para desarrollar una economía con garantías y compatible con la conservación del medio ambiente. busca la triple sostenibilidad ambiental, económica y social, y supone una “revolución circular” al convertir los residuos en recursos, así como la disminución del impacto medioambiental de cualquier proceso favoreciendo el desarrollo económico y generando empleo

Además, la ley ofrecerá instrumentos de planificación en el ámbito local para que los municipios elaboren, aprueben, implanten y ejecuten proyectos para la gestión de residuos, el objetivo es que las empresas busquen recursos a partir de estos residuos y surjan nuevas empresas capaces, a su vez, de poner en el mercado esos subproductos.



Esta medida acompaña a las estrategias de las Naciones Unidas y de la UE, que están apostado decididamente por una agricultura regenerativa en la que el aprovechamiento de los subproductos de los cultivos y, por tanto, la recirculación de los nutrientes (economía circular) sean elementos prioritarios.

El compostaje de alperujo y su aplicación sobre los suelos del olivar como enmienda orgánica es una de las contribuciones más relevantes que desde el sector oleícola puede realizarse en el contexto de este escenario de transición agroecológica previsto para la agricultura europea. La nueva ley andaluza, se convierte en una herramienta más para favorecer el desarrollo de una industria verde en la provincia de Jaén, convirtiendo lo que ahora supone un problema, el alpeorujo y la industria orujera, altamente contaminantes, en un recurso de gran valor para su aplicación en nuestros olivares, mejorando la estructura de los suelos, facilitando la absorción y retención del agua, y mejorando la fertilización orgánica, especialmente importante una vez que se van a limitar progresivamente la utilización de abonos de síntesis.