Ya se acerca el 8 de marzo, una fecha emblemática en la que en la provincia de Jaén
conmemoramos el día de la mujer trabajadora o, de manera más completa, el día de las
mujeres, TODAS las mujeres.
Y este mes, aunque lo mismo ocurre el resto del año, podremos volver a darnos cuenta, de
cómo, ante los temas cruciales para la evolución de nuestra especie… muchas personas nos
alteramos… y nos sentimos atacadas por el cambio y reaccionamos con agresividad.
Esta reacción la encontramos, por ejemplo, ante la palabra FEMINISMO. En muchos hombres,
cuando oímos este vocablo, pueden activarse emociones de rechazo si nuestro cerebro lo
asocia con quienes nos señalan como culpables, agresores, sujetos responsables de todo el
mal… y parecen querer obligarnos a dejar de ser hombres y a perder derechos…
Pero eso no es el FEMINISMO. Bien es cierto que, bajo la bandera feminista, hay quienes se
han alimentado de la rabia y propagan odio y división… igual que ha ocurrido en otros
movimientos de cambio en la historia de la humanidad. Sin embargo, es nuestra elección
poner nuestra mirada en el FEMINISMO que construye y que ofrece propuestas con las que
todas las personas salimos ganando.
Si el feminismo surge frente a una sociedad machista en la que no se reconocían ni respetaban
los derechos de las mujeres… el FEMINISMO es a la vez una oportunidad histórica para que
los hombres revisemos cómo la sociedad machista también nos hace daño, mucho daño…
La sociedad machista nos ha educado para siempre aparentar ser más fuertes, valientes,
rápidos, agresivos… y por eso sufrimos consecuencias graves. Según las estadísticas, los
hombres, por hacernos los machotes, morimos mucho antes que las mujeres (por infartos de
corazón, accidentes de tráfico, laborales…), nos metemos en muchos más líos (de hecho, hay
10 veces más hombres que mujeres en las cárceles españoles) y tenemos muchas más
dificultades para establecer vínculos sanos con otras personas.
Hacernos los machotes nos sale caro y los hombres tenemos la oportunidad de darnos cuenta
de que YA NO compensa. Así que, este mes, cuando oíga la palabra FEMINISMO, en vez de
sentirme atacado, voy a reflexionar sobre cómo y cuándo me hago el machote… voy a
empezar a permitirme sentir tristeza, ser cariñoso o expresar mi rabia sin violencia, para
empezar a mostrarme realmente como soy… más allá de la fachada habitual que he aprendido
a mostrar.
Los hombres no vamos a cambiar porque nadie nos obligue. Vamos a cambiar porque ahora,
gracias al FEMINISMO, sabemos que podemos ser mucho más felices.
Gonzalo-Félix Jawara es presidente de la Federación Andaluza ARCO IRIS