Mediodía en la provincia de Jaén

Ana Cortecero

La batalla por el móvil

La opinión de Ana Cortecero


Terminada ya una Semana Santa pletórica de procesiones, bullas, turismo, móviles en
ristre y mascarillas a media asta, leo en la prensa provincial que un 80% de la población
jiennense utiliza diariamente internet.

Evidentemente, estos datos ya no sorprenden a nadie, pues quién osa salir de casa sin
su móvil, sin ese telefonillo fantástico por el que hablamos desde lugares insospechados,
realizamos y compartimos fotos increíbles, chateamos sobre la marcha mientras
atravesamos una calle, nos hacemos un selfie al borde de un precipicio, leemos
información auténticamente falsa o miramos un vídeo jocoso cuando esperamos en la
consulta del ambulatorio.



Si no me fallan los cálculos, este invento extraordinario cumplirá tan sólo 15 años el
próximo mes de agosto, aunque parezca que llevamos toda la vida utilizándolo y se haya
convertido en el apéndice tecnológico más popular de nuestro tiempo.
Seguramente hayan recordado alguna vez cómo nos la apañábamos cuando la hora se
miraba en un reloj cuyas manecillas corrían lentas y no había que cargar la batería por la
noche. Pero, quizá lo que ahora más necesitamos es saber cómo convivir con esta
tecnología sin que nos devore.

Intenten explicarle a nuestros jóvenes que, a pesar de que no hay normativa educativa
andaluza al respecto, pueden llevarlo bien guardado en su bolsillo o su mochila, pero no
pueden conectarlo en los centros escolares porque es fuente inagotable de múltiples
distracciones. Intenten convencer al profesorado de que puede ser utilizado como un
recurso pedagógico innovador bajo su supervisión, aunque también sea una chuleta
sofisticada en los examenes. Intenten convencer a las familias de que deben cuidar del
tiempo que gastan sus hijos mirando en el móvil, cuando la inmensa mayoría lo tienen ya
con 12 años. “Ladrones del tiempo” le llaman algunos autores, vampiros tecnológicos
que roban horas de sueño a los estudiantes que cabecean y dormitan en las clases
mientras sueñan con ser influencers o grabarse un vídeo para tiktok.

¿Ustedes creen que si se lo pongo por WhatsApp lo entenderían mejor?