Mediodía en la provincia de Jaén

Manuel Salazar

La lotería de Garamendi

La opinión de Manuel Salazar


Ayer se produjeron dos hechos noticiables que tendrán un gran impacto en la provincia de Jaén. Por un lado se nos anuncia que la producción de aceite de oliva en esta campaña que termina no va a cumplir con el aforo estimado por la Junta de Andalucía que, a comienzos de octubre, calculaba en unas 200.000 toneladas.

El descenso con respecto a la campaña anterior será de órdago a la grande con un 66% menos cerrando enero con casi 168.000 toneladas. Así pues, lo que algunos veníamos trasladando desde hace meses de que la cosecha iba a ser menor de la anunciada en el aforo, se cumple, no porque vayamos de profetas, sino porque la falta de pluviometría no solo de este año sino lo que arrastramos de déficit mantenían a los olivos en un estado de estrés hídrico incompatible con una producción media.



Este mal dato tendrá como consecuencia una pérdida en el PIB provincial que Cooperativas Agroalimentarias calculaba en torno a 1.500 millones de euros, que por tanto se dejarán de invertir no solo en la mejora de las infraestructuras agrarias sino que afectará al conjunto de los sectores productivos, como la construcción y los servicios afectando gravemente al empleo. Eso de forma indirecta, pues la baja cosecha deja sin trabajo a miles de jornaleros/as que en algunas comarcas apenas han podido ni juntar las peonadas necesarias para renovar el subsidio agrario.

La otra noticia a la que me refería al principio es la de la subida del salario mínimo interprofesional en un 8%, hasta llegar a los 1.080 euros, aprobada en Consejo de Ministros ayer martes y que tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero beneficiando en nuestro país a más de dos millones trescientas mil personas, muchas de ellas de nuestra provincia principalmente a mujeres y jóvenes los que peores condiciones de precariedad sufren y que están fuera del paraguas de la negociación colectiva.

Algunos dirán que aún es poco, y les doy la razón, pero la subida en los últimos cuatro años ha sido del entorno del 50%, porcentaje que dignifica a este amplio colectivo y que reduce de forma considerable la brecha salarial de género que sufre nuestro país.

¿Esta importante medida se aprueba con acuerdo del diálogo social? Pues no, el Gobierno solo ha logrado el apoyo de los sindicatos, mientras que la patronal no solo se ha opuesto a esta subida, sino que, ni tan siquiera acudió a la mesa negociadora. Estos temas serán minucia para quienes ahora conocemos estaban más preocupados por subir sus retribuciones como responsables de la patronal… que dicho sea de paso… le ha tocado la lotería al Señor Garamendi… nada menos que… 400.000 euros.