Mediodía en la provincia de Jaén

Inmaculada Herrador

La nueva Ley sobre residuos y economía circular

La opinión de Inmaculada Herrador


El pasado 8 de abril se aprobaba la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que transpone dos directivas europeas sobre esta materia y que plantea importantes cambios en un número amplio de puntos que afectan directamente a los municipios, a las empresas y a la ciudadanía en general y con los que aún no estamos familiarizados, pero con los que vamos a tener que estarlo, porque la Ley ya ha entrado en vigor, muchas de sus medidas lo harán en breve y nos afecta directamente.

Esta Ley persigue proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos, y mediante la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de su eficiencia, avanzando así hacia una economía circular. Asimismo, pretende prevenir y reducir el impacto de determinados productos plásticos en el medio ambiente, en particular el medio acuático.

En el texto de la nueva norma encontramos medidas como el canon de vertido e incineración, la clasificación por materiales de los residuos de la construcción y de la demolición, la obligación de la recogida separada de los residuos orgánicos o la prohibición de los plásticos de un solo uso.
Las estadísticas nos dicen que no reciclamos, ni reutilizamos lo suficiente y que una economía lineal (extraer, fabricar, usar y tirar) no es sostenible, por lo que una norma como esta es necesaria.
La ONU concluía en un informe reciente que la extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos son causantes de aproximadamente la mitad de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero y de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico.



Para quienes aún niegan esta realidad, recordarles que estos días se ha registrado un récord histórico de calor en mayo y hace unas semanas la nevada más intensa en abril en 20 años y que las previsiones de incremento de temperaturas en la provincia de Jaén en los próximos años son ciertamente preocupantes, incluso en los escenarios más favorables. No podemos esperar más para actuar.