El pasado viernes 21 tuvo lugar la IV Gala de Premios Empresarias Jaem. Premios que concede cada año la Federación Provincial de Mujeres Empresarias de Jaén. Gala a la que tuve el placer de asistir junto a otras compañeras de la asociación, de reciente creación, Lidera Úbeda.
Hoy quiero dedicar este espacio para reflexionar sobre lo que ha bsupuesto para mí asistir a esta gala. En primer lugar, me ha servido para observar la cantidad de talento que existe en nuestra provincia y lo poco que sabemos de este capital humano del que disponemos. Por otro lado, he comprobado el importante papel que realizan las asociaciones para conseguir que tomemos conciencia de cuantas somos y de las grandes ideas que tenemos.
Hay muchas cosas que complican cada día nuestras vidas, la conciliación a veces resulta misión imposible, esto crea en nosotras un sentimiento de culpa por sentir que abandonamos o eludimos la responsabilidad del cuidado de los nuestros. Son muchos los obstáculos que debemos salvar a diario en esta sociedad que, aunque avanzando, sigue mandándonos mensajes equívocos y basados en la desigualdad, de derechos, obligaciones y necesidades. A pesar de todo esto, ahí estamos al pie del cañón, soñando a lo grande y enriqueciendo nuestra sociedad con nuestra peculiar forma de emprender.
El ser humano es un ser social que necesita sentirse parte de grupos significativos con los que comparte intereses, valores, dificultades y experiencias. Conocer estas iniciativas y ponerles cara de mujer, escuchar sus historias y sus procesos a mí me hizo sentir, acompañada, arropada y comprendida.
Aprovecho para dar la enhorabuena a las galardonadas y a todas las que recibieron reconocimiento, agradezco a la Federación de empresarias Jaem “con m de mujer” por estos premios y por la organización de la gala. El viernes yo me sentí un poco menos sola y muy orgullosa de ser mujer emprendedora del ámbito rural de la provincia de Jaén, una provincia llena de posibilidades y riqueza humana.