El 4 de diciembre la Junta de Andalucía estableció la limitación de los teléfonos móviles durante la jornada escolar y daba a los docentes la opción de requisarlos dentro de los colegios.
Se hará por decreto y hasta 2º de la ESO, incluso con fines didácticos. La regulación se extiende incluso en los recreos, actividades extraescolares y de transporte.
Los padres ya se han echado las manos a la cabeza qué cómo y quién les da ese derecho, entonces como sabrán si su hijo necesita algo, si se pone enfermos, etc. etc.
Y yo me planteo: pero vamos a ver, esta que les escribe y supongo que como todos los de mi generación anterior y posterior hasta hace apenas unos años, nunca hemos necesitado un móvil para ir a clase y nuestros padres han estado debidamente informados de todo lo que nos haya podido afectar.
El uso de los móviles está generando una gran preocupación entre el personal docente y debería preocuparnos igualmente a las familias, ellos están viendo como les afecta la excesiva dependencia del móvil a su conducta social, a su salud mental y al rendimiento académico.
El informe del Consejo Escolar de Andalucía ha contado con expertos de la educación, la salud y las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
Creo sinceramente que los padres estamos perdiendo el norte. ¿Qué necesidad tiene un niño de primaria de llevar un móvil en la cartera? Los colegios están dotados de tecnología digital suficiente para su actividad docente y si no es así nos corresponde reclamarlo a la administración competente, pero nunca poner en manos tan jóvenes elementos que pueden deteriorar su salud mental, que les abren una puerta a la información que aún no necesitan, ni son sanos… estos chicos y chicas no están preparados para lo que les ofrece internet sin control sobre lo que pueden ver o no.
Por favor seamos conscientes de la edad de nuestros hijos y de su evolución mental y procuremos que sea la adecuada.
Aplaudo esta decisión y los padres debemos secundarla sin objeciones, dejemos que los niños sigan siéndolo hasta un momento adecuado, que la inocencia y la ilusión les mantenga hasta que llegue el momento de enfrentarse a la realidad de la vida, seamos padres con conciencia, nos jugamos la seguridad y cordura de nuestros jóvenes.