No me lo podía creer!
Tumbado en la camilla esperando que el profesional de turno, consiguiera aliviar la situación de mis doloridos pies, hice un comentario sobre el cambio climático, a cuenta de la lluvias que nos ocupan en las ultimas semanas.
Y entonces, como sacado de un cuento de Allan Poe, creí escuchar: sí, sí, el fraude climático... ¿Perdona? ¿Acabas de decir fraude climático? Y sucedió, mi interlocutor circunstancial pasó a explicarme que el cambio climático era una milonga y que los efectos perniciosos que le achacamos no tenían nada que ver con el clima...
Esto es una broma, dije, entiendo que para distraer al paciente mientras le practicáis torturas sin fin en su maltrecha anatomía. Pero no, no lo era. Ante mi cara de estupor me fue desgranando su manual negacionista, según el cual, la culpa de todo la tenían: La ONU, la UNESCO, la OTAN, Estados Unidos y de refilón también Pedro Sánchez pilló algo, porque estaba vendiendo el país a no sé que poderes.
Insistí: esto no puede ser en serio, eres una persona joven y con formación, no es posible que creas estas barbaridades.
Lejos de remitir, su exposición se amplió hasta el punto de que creo que dejó de dolerme el puñetero pie, ahora lo que me preocupaba era bastante más serio, porque este hombre me decía que todos sus argumentos estaban perfectamente documentados, pero que para verlos no se podía recurrir a los medios de información habituales. “El panel IPPC es una patraña, lo que sucede es que los aviones de la OTAN se dedican a esparcir mierda por la atmosfera para provocar sequías y así tenernos bajo control”.
Llegados a este punto, yo estaba completamente desarbolado ante semejante despliegue de alucinaciones, acerté a preguntar: Si la OTAN nos provoca la sequía, por qué llevamos mas de dos semanas sin parar de llover. Respuesta fulminante: Porque había elecciones y el Gobierno tenía que tener a la población tranquila...
Salí de allí con la cabeza bastante peor que los pies. ¿Cómo es posible que haya gente así? He conocido negacionistas, pero lo eran porque están en contra de cualquier freno con los toros, la caza, o la pesca o porque trabajen en actividades industriales o ganaderas altamente contaminantes. Pero lo del otro día era rayano en el delirio.
Al final recordé el viejo dicho gallego para con las meigas: Yo no creo en ellas, pero haberlas, haylas.
Yo, por si las moscas, creo que voy a empezar a rezar para que no siga lloviendo hasta el 23 de Julio, y ya no quiero ni pensar si hubiese repetición electoral.
Pa'habernos matao!!