El pasado viernes, tuve ocasión de asistir a la presentación del libro “El navío Oriflame y su tiempo” del profesor Vicente Ruiz García en la sede de la UNED en Úbeda, con gran asistencia de público, y emisión en directo a través del canal UNED.
Tras la presentación, por parte del profesor Manuel Valdivia, comenzó el autor a situarnos en la época y en el contexto social, geográfico e histórico de la misma. Con voz pausada, remarcando fechas, circunstancias y acontecimientos. Manejando el ritmo del relato, los silencios, y asomándonos, cual a una ventana privilegiada, al escenario en su época, convirtiéndonos en espectadores privilegiados situados en primera fila de los hechos narrados. Tanto, que por momentos me sentí transportado en el tiempo a los relatos radiofónicos de hace unas décadas o, a la situación generada, cuando una serie televisiva nos engancha y esperamos con expectación la llegada del próximo episodio.
En la presentación del libro el autor, además de presentar un estudio riguroso y concienzudo de la vida del navío Oriflame y de relatar, de forma muy literaria, las circunstancias de la vida en el último tercio del siglo XVIII, nos hace recapacitar sobre la necesidad de proteger el patrimonio cultural español y, sobre todo, en este caso del patrimonio subacuático desperdigado por el mundo como consecuencia del trasiego de viajes navales, desde América y Filipinas hacia España, y los hundimientos de embarcaciones por tempestades, piratería, guerras, etc.
El profesor Ruiz, con verdadera pasión, reclama la atención de las autoridades sobre el legado tanto cultural, condensado en las mercancías valiosísimas que yacen en el fondo del mar, como humano, de respeto a las personas que yacen sepultadas en el fondo del mar. Atención que dignificará el esfuerzo de personas que dejaban su vida en travesías oceánicas permitiendo un flujo de personas, mercancías e ideas, de un lado al otro del Atlántico.
En resumen, creo que la defensa y reivindicación de proteger nuestra cultura debería ser un empeño de toda la sociedad, ya que creo que el cuidado y protección de la cultura de un país es un índice del nivel de democracia de este. En ese sentido, debemos agradecer al profesor Ruiz por reivindicar la protección y recuperación del patrimonio español, que descansa en el fondo del mar, y no dejar que quede en el olvido o en manos de cazatesoros.
