Es sorprendente lo mucho que hemos avanzado en los últimos años hacia una sociedad más igualitaria. Estamos en el siglo XXI y no quiero que nos olvidemos de la diferencia en la que fuimos educadas las personas de mi generación y como han sido educadas las personas de la generación de nuestros hijos e hijas. Sin perder de vista esto, hoy quiero hacer una reflexión sobre las nuevas formas de violencia soterrada que se ejerce sobre las mujeres que nos hemos atrevido a ocupar nuestro espacio en lo publico y lo hacemos sin complejos y orgullosas de lo mucho que tenemos que aportar. Ahora ya no se nos ataca diciendo lo que tenemos que hacer, ni se nos muestra la violencia explicita pero se intenta menospreciar y ningunear nuestro trabajo, nuestros proyectos e incluso nuestras ideas.
¿Por qué tienen miedo todavía algunos hombres al triunfo de las mujeres? Por suerte, cada vez menos hombres, también hay que decirlo.
Desde que la mujer ha salido a la conquista de la mitad del espacio público, que es el que nos corresponde, la sociedad ha ganado. Ahora contamos con el doble de buenas ideas, con el doble de talento y con el doble de oportunidades y eso es una gran noticia para todos, por eso no entiendo este reducto de hombres asustados que se resisten a esta realidad con comentarios sobre el trabajo y las ideas de mujeres. En los casi dos años de recorrido de la asociación de autónomas y empresarias Lidera lo sabemos muy bien porque llevamos desde el principio soportando estos comentarios y esta desconfianza.
Lidera es un proyecto que no solo ha servido para dar visibilidad a las mujeres que pertenecemos a esta asociación, que somos mujeres profesionales, autónomas o empresarias de todos los sectores de la sociedad, también es un proyecto que busca el crecimiento el enriquecimiento de la sociedad al completo y nuestros proyectos van encaminados a esto a crear una sociedad más justa e igualitaria. Así que, tranquilos, que no venimos a robar ni quitar, venimos a sumar y a enriquecer.
Para otro día dejamos reflexionar sobre el miedo que dan las mujeres que saben lo que quieren en su vida sexual y se atreven a expresarlo.