Mediodía en la provincia de Jaén

Benita Campos

Todo sigue igual

La opinión de Benita Campos


Había dormido profundamente, tanto que tuve que mirar mi móvil, no solo para ver que eran las nueve, sino para saber que estábamos a 27 de enero de 2022.

En la mesita de noche, unos recortes de prensa de octubre del 94, cuando me habían elegido candidata a la alcaldía de Úbeda. Tenía la sensación de que todos estos años se me habían escapado sin darme cuenta, sin saber cómo.



Me levanté como si tuviera los 34 de entonces, con la misma alegría a pesar de mis casi 62 y de la pandemia. El sol de la mañana entraba con fuerza por la ventana, pero el tiempo parecía congelado, solamente el móvil me recordaba que sí habíamos cambiado. Ahora, todo está en él, en el móvil: la música, la prensa, cuentas bancarías, facturas de pago, las compras hechas, las fotos de la familia y de los viajes.

El móvil ha sido el gran cambio; todo lo demás esta igual o peor. Me quedé pensando en aquello que le escuché en una conferencia al compañero Pope Godoy hablando sobre la provincia de Jaén, que éramos la última de la fila.

Sentía que de aquellos barros estos lodos: Cada vez menos trenes, el paro endémico, la estacionalidad y los problemas del olivar, la siniestrabilidad laboral, las gentes temporeras siguen a expensas de la buena voluntad del mundo empresarial; no conseguimos crear población estable en las ciudades y en los pueblos de esta provincia. Veintisiete años después, tenemos los mismos problemas medioambientales de depuración de aguas. Sigue bajando la natalidad, se cierran colegios en la Sierra de Segura y en las zonas rurales. Continuamos estando lejos de todo y la vida sigue igual.

Mi bajona tocó suelo, hasta cuando leí que se han recogido más de 600 firmas contra una macrogranja que se pretende instalar en Solera. Pero ya no podía más.
Decidí cerrar la ventana, meterme de nuevo en la cama y esperar a tener mejor humor para afrontar el día.