El día 19 de diciembre tuvo lugar un pequeño gran evento a nivel local: la culminación del reto al que se comprometió Alberto Supertramp para contribuir a la sensibilización de la protección integral del cerro Fuente de la Peña, a saber, subir cien veces a su cima durante 2021.
Dada la singularidad de la actividad, la Plataforma en Defensa del Cerro organizó una convocatoria popular para llevar a cabo la última ascensión con Alberto y lo acompañamos cerca de doscientas personas. Fue una experiencia muy bonita, con fusión de muchas sensaciones: la belleza de nuestro paisaje, el ambiente alegre, el apoyo mutuo en la superación de las dificultades propias del ascenso, la determinación colectiva de proteger lo nuestro, la gratitud por la generosidad de Alberto. Un cúmulo de vivencias, en fin, que hicieron de ese acto reivindicativo algo especial, de manera que al caer la tarde, evocar las imágenes, recordar conversaciones, sentir las propias articulaciones y músculos resentidos por el esfuerzo inusual, uno se decía con orgullo: yo estuve allí.
Estoy seguro que con el tiempo, esta pequeña gran hazaña llevará a la afirmación, en conversaciones, discusiones o relatos, de que estuvimos allí, que subimos a los 992 metros de altura del cerro de la Fuente de la Peña.
Había (y hay) muchas razones para poder decir ‘Yo estuve allí’. En primer lugar, porque el problema de la cantera destrozando una montaña tan cercana a la ciudad y al corazón de los jiennenses no está zanjado. Sigue habiendo una petición de expropiación por parte de la empresa concesionaria sin resolver
Porque Alberto, con su compromiso y dignidad representa a muchos jóvenes, tan golpeados por una sociedad de egocéntricos caducos. Y debemos acompañarlos y alentarlos para que tengan la generosidad de asumir el bien común.
Porque fue una iniciativa ciudadana organizada para defender el patrimonio ecológico, cultural y paisajístico frente a los intereses particulares, la indolencia institucional y la parsimonia política.
Porque es muy estimulante dedicar tiempo, esfuerzo e ilusión a mejorar la sociedad. Es muy vigoroso notar el músculo social (por sí mismo movido), el despertar paulatino de una ciudadanía cansada de su propia indolencia y hastío ante los innumerables problemas de nuestra tierra. En definitiva, todos acabamos superando nuestras propias limitaciones, con lo cual también gana la sociedad.
Lo más paradójico de todo es que Jaén no ofrece posibilidades para que Alberto ponga en marcha su proyecto personal de vida, y debe irse. Todo un síntoma de como una sociedad apática y vencida, contempla incapaz cómo se van sus hijos.
Manuel Ruiz
Quien a buen árbol se arrimaYo estuve allí
El día 19 de diciembre tuvo lugar un pequeño gran evento a nivel local: la culminación del reto al que se comprometió Alberto Supertramp para contribuir...
Foto: EXTRA JAÉN
Manuel Ruiz