Detrás de la columna

Juan Manuel Arévalo Badía

Esto es ópera

 Esto es ópera

Foto: EXTRA JAÉN

Giorgia Meloni .

¡¡ Ah, Italia, Italia ¡¡ Si hay algo que nos da una imagen de lo que es la bota de Europa, esa es la ópera. Todo en Italia parece estar sacado de ese marco musical que la identifica. ¿Se han dado cuenta que el atrezo acompaña a la “vita”, la dolce y la otra? Por ejemplo, si usted se acerca a la Ciudad del Vaticano, aunque no lo parezca está entrando en un Estado diferente al italiano y allí vera esa guardia suiza que con alabarda y sable custodian el terreno de la divinidad con morriones empenachados y calzas de colorines. No le andan a la zaga los carabinieri con sus tricornios de plumón enhiesto en el centro y bigotito de galán. Y para cerrar el escenario el sombrero con centenares de plumas negras de los “bersaglieri”. Cualquiera de ellos encajaría en los escenarios operísticos a la perfección. Verdí, Rossini, Puccini, utilizando relatos clásicos, pasaron por el tamiz romano a todos sus personajes: es el sello italiano. Hasta el fascista Mussolini con sus “camisas negras” supo adaptar la puesta en escena con un vestuario de atrezzo. Lo que acabamos de ver ahora en Italia, va a formar parte de esa historia de la sombra negra romana. Al frente del gobierno una admiradora de Benito a título personal y político; a su lado nada menos que Matteo Salvini, declarado públicamente, homófobo, racista y xenófobo, de lo que dio muestra sobrada durante su época de Ministro del Interior en 2018. Para cerrar el triunvirato de la cloaca política, nada menos que Berlusconi, máxima expresión de todas las indecencias. Estos latinos llevan una genética ancestral del clientelismo que durante siglos practicaron como forma normal sus césares y representantes consulares para ganarse el voto de los ciudadanos.

El poeta latino Juvenal (año 100), en su Sátira X mostraba su desprecio por la decadencia del “populus romanus”: “ desde hace tiempo –exactamente desde que no tenemos a quien vender el voto-, este pueblo ha perdido su interés por la política, y si antes concedía mandos, haces, legiones, en fin todo, ahora deja hacer y solo desea con avidez dos cosas : pan y juegos de circo”.

Hungría junto con Polonia ya forma parte de las autocracias europeas, Dinamarca ha dado un vuelco electoral con el apoyo de la ultraderecha sueca. La gobernanza europea se tiene que poner las pilas democráticas por encima de las económicas. Putin sabe muy bien quiénes son sus aliados y cuál es el camino para sus sueños imperialistas. Violetta, la cortesana de La Traviatta (Extraviada) ha sucumbido a la seducción y tal como nos señala el guión morirá de la enfermedad de moda, que ya no es la tuberculosis.



Attenti al cane. Nessun dorma.

Como decía al principio. Esto es ópera.