Detrás de la columna

Juan Manuel Arévalo Badía

Platos rotos

Bajo mi punto de vista creo que existe un alto grado de clientelismo de voto cautivo agradecido y Jaén es muy de fans

Guarda uno la memoria pretérita de consejos y refranes cuyo significado va descifrando el tiempo; como la luz del alba rompe la oscuridad de la noche y desvela lo que nos rodea.

Un viejo refrán: el que rompe paga y se lleva el tiesto a su casa. Romper tiestos se ha convertido en una costumbre permanente en el palacio municipal. Otra cosa es que se cumpla la segunda parte del axioma.  Las arcas locales de la ciudad de Jaén se encuentran en lo que ahora se denomina insolvencia o concurso de acreedores, que en este caso además es dolorosa: y me explico: La economía municipal tiene una deuda de mas de 400.000.000 de euros. En el año 1995 se produce un hecho: se duplican las plantillas del ayuntamiento sin argumentar la necesidad de cargas de trabajo o servicios. Este fue el germen inicial. Han pasado 38 años de los cuales 30 gobernó el Partido Popular y 8 el Partido Socialista. En todo este tiempo la losa deudora no ha disminuido, pero es cierto, que solo Julio Millán tuvo el arrojo de afrontar uno de los grandes agujeros: ONDA Jaén. Cuando no hay para gambas, siempre nos queda el chóped.



Bajo mi punto de vista creo que existe un alto grado de clientelismo de voto cautivo agradecido y Jaén es muy de fans. En otra ocasión explicare la diferencia entre ser seguidor de un determinado partido político y su líder o ser fans. Sigo avanzando. Para todos estos del pensamiento neoliberal saben que, en cualquier tipo de empresa, el capítulo de gastos de personal no debe de sobrepasar el 30% del conjunto de las partidas que componen sus gastos generales. Cuando este capítulo sobrepasa dicho índice, peligra la estabilidad de la empresa y si esa es realmente la causa, utilizan la fórmula de un ERE en vez de buscar soluciones estructurales. Ante todo, se trata de mantener el beneficio o evitar la pérdida. Es fácil cuando uno se presenta a las elecciones locales para solventar los problemas de su ciudad, culpar de todos males heredados, a quienes les precedieron en su gobierno.  Alguien me enseñó que cuando te presentas a un cargo publico o institucional, las hipotecas las tienes que asumir y llevar en tu programa soluciones para solventar. El humo se suele dispersar en poco tiempo y la realidad aparece. En esto los fans adolecen de la ceguera permanente. El mal político suele suicidarse en cabeza ajena.  Lo hacen cuando suelen subir de forma miserable las cargas impositivas locales cuya finalidad no es mejorar los servicios sino pagar la deuda de la lejía, y otros gastos. En Jaén les sale gratis y como decía un verso de Lope de Vega: puesto que el pueblo es necio, pague el precio.  Lo importante es hacer algo para rebajar la deuda: por ejemplo, duplicar la población y así tocaremos a menos. Ya saben, remánguense y pónganse a ello.

Un, dos, tres: Por 4892 euros, votadnos otra vez.