El ocaso de los perdedores

Rubén Beat

El abrazo

La derecha política celebra la no reconciliación con un eslogan programático, en la evidencia expuesta a los aplausos y a algunos silencios

El sector reaccionario de la derecha política no está dispuesto a abrazar la reconciliación política y social, tan necesaria para nuestro país.

La derecha política celebra la no reconciliación con un eslogan programático, en la evidencia expuesta a los aplausos y a algunos silencios, en la cual no van a hacer nada por recuperar la Memoria Histórica y Democrática de España.

Quienes siguen en guerra parece que son ellos/as. En guerra política y mediática, contra la democracia.



Los resultados electorales del pasado 23J, han demostrado que un 55% de la población española, ha votado por la democracia parlamentaria, en la distribución de votos a partidos políticos (diferentes al PP y a Vox), que han obtenido representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados.

Parece que para el sector reaccionario de la derecha, los únicos partidos parlamentarios son los que representan ellos. Los demás partidos no significan nada, como si nadie los hubiera votado. Como si esas millones de personas no fueran españolas ni tuvieran derecho al voto.

El marco parlamentario es amplio y diverso, por eso es parlamentario, para representar las diferentes concepciones de la política dentro de la Constitución. No tiene nada que ver con "El moderno Prometeo", ni con “ensaladas” y demás adjetivos, que la derecha reaccionaria promete como "verdades" y no son más que mentiras direccionadas al menosprecio del parlamentarismo.

Es evidente que estos partidos reaccionarios están lejos de cualquier diálogo que no sea el suyo propio. Y si llega el caso, como ha llegado, que necesitan dialogar con otros grupos parlamentarios, para supuestamente conformar gobierno, el señor Feijóo se refleja en su propia soledad, porque insultar con arrogancia a los demás grupos de la Cámara(durante cuatro años su partido y un año él), nunca será algo positivo para nadie, ni siquiera para el señor Feijóo.

Siempre puede dialogar con Vox, aunque estos mismos les menosprecien y achaquen sus malos resultados electorales al PP,  ignorando que la sociedad española, cada día que pasa, les presta menos apoyo político, lo cual es muy buena noticia, y demuestra una vez más, que España puede frenar democráticamente a la ultraderecha.

En su guerra de falsedades, ahora están dorando la mentira en la cual Puigdemont, supuestamente gobernará este país, para una vez más, despertar al fantasma reaccionario del peor nacionalismo. El señor Puigdemont, ya no tiene fuerza política ni siquiera para gobernar su partido.

Es cierto que su opinión es respetada, pero es la señora Laura Borrás quien dirige Junts y no, Puigdemont. Pero simbolizar a Puigdemont como si fuera el diablo, algo muy típico de la derecha reaccionaria, les procura vender noticias falsas a quien las quiera comprar. Pero España ha hablado. No somos tan ignorantes como quieren representarnos en sus discursos, los reaccionarios de la derecha política.

España ha comprendido que abrazar la democracia parlamentaria hace avanzar el país, y sin embargo, destruir los valores que procura el diálogo y la buena convivencia, hace retroceder nuestro presente a tiempos dictatoriales.