El ocaso de los perdedores

Rubén Beat

Socialismo frente a Maduro

El nacionalismo trasnochado y religioso que promulga el señor Maduro como un cardenal católico, está muy lejos de poder ser considerado como socialismo

Si socialismo es hacer política social (para quien te vota y para quien no), Maduro no es socialista.
Lo que hace Maduro con la figura y memoria del Comandante Chávez, es mancharla en lugar de protegerla.

Protegido como está, por el sector militar más reaccionario, en todos los sectores políticos y judiciales, Maduro está sostenido como la pequeña llama de una vela de cera, muy desgastada.

Ni es un gran timonel, ni un gran teórico, ni un buen parlamentario. Maduro no aporta nada al socialismo salvo penurias para su pueblo, que esto ya es mucho.



Debió retirarse a tiempo y si acaso volver después con un nuevo proyecto.

El nacionalismo trasnochado y religioso que promulga el señor Maduro como un cardenal católico, está muy lejos de poder ser considerado como socialismo aplicado. Y es que nacionalismo y religión, siempre resultan fatales para las sociedades que aspiran a ser democráticas.

Ejemplos hay, tanto negativos como positivos, de cómo aplicar y cómo no, el socialismo en sociedades modernas y predemocráticas o demócraticas. En Europa tenemos teorías para regalar, y son aplicables a cualquier continente y país. Algo hemos aportado al mundo, no somos tan malos, los europeos.
La "democracia venezolana" primero debe empezar asumiendo los cambios de ciclos políticos, esto es tan básico como el bigote estalinista de Maduro.

Y sí, quizá sea un golpe muy duro, para todo ese sector estalinista, que un leninista, les diga que el socialismo y el liberalismo, no son enemigos, sino dos fuentes del mismo poder, el equilibrio entre dos fuerzas aparentemente irreconciliables. En Europa, socialismo y liberalismo, han convivido bien y lo hacen, frente al catolicismo y el protestantismo, y también, en menor medida, frente al islamismo.
Ejemplos, tiene, señor Maduro, deje usted la biblia, que parece un virrey español, esos que tanto odia, y dé gracias a que en Caracas se habla español y no otro idioma.

No se inventen torpezas, como complots españoles en contra de su gobierno y su figura. No se inventen elecciones para después tan torpemente negar los resultados. No tomen por idiotas a su mismo pueblo venezolano, este ha sido su gran error y por el que será depuesto de su reinado, señor Maduro, por su mismo pueblo, lo más deshonroso para una figura autocrática. Por eso, señor Maduro, sea democrático, gane o pierda elecciones, las ganará o perderá con los votos del pueblo, no con su sufrimiento.