Durante los dos últimos años, todas y cada una de las cotizaciones imperantes en los mercados, para la totalidad de grasas animales y vegetales, cuanto menos se ha duplicado, debido de forma fundamental al incremento de precio en los insumos (combustibles, fertilizantes, energía eléctrica, etc.).
Otro factor que ha sido capital en la disponibilidad de grasas y aceites vegetales ha sido la actual crisis bélica entre Ucrania y Rusia, esto ha limitado cuanto menos las disponibilidades entre 4,5 y 9 millones de toneladas, esta última es la producción conjunta de estos dos países, mayores productores respectivos de aceite de girasol del planeta, suponiendo de forma conjunta el 3,6 por ciento del total de las grasas animales y vegetales alimentarias producidas por ejercicio, también son el noveno y décimo productor de aceite de colza respectivamente, con los efectos subsiguientes.
Indonesia es el mayor productor de aceites y grasas del planeta, tanto en valor absoluto, como relativo, con un total de 35 millones de toneladas, siendo fundamentalmente aceite de palma la mayor proporción, pues se trata del mayor productor de dicho tipo de aceite del mundo. Y desde el pasado mes de marzo, su Ministerio de Agricultura ha limitado la exportación de dicho producto, con objeto de garantizar el abastecimiento del mercado doméstico, esto deja fuera del circuito de grasas animales y vegetales más de 20 millones de toneladas, el 8 % del total.
Lo mismo está sucediendo con la producción de aceites de soja y canola, la producción se está limitando por las escasas precipitaciones que se están produciendo en Sudamérica, lo que está incidiendo en una contracción de la oferta, a igualdad de demanda, sobre todo por la situación agrícola en Brasil, Argentina o Paraguay.
Del mismo modo, Turquía, dada la dependencia que manifiesta en el ámbito de ciertos productos agroalimentarios hacia Ucrania y Rusia, entre otros, y con objeto de garantizar el abastecimiento interno, de forma puntual, ha cerrado fronteras para productos, como ha sido el caso del aceite de oliva.
Otro factor que igualmente influye en dicha situación sería la climatología, esta impide que la próximas campaña, en este caso exclusivamente refiriéndonos a aceites de oliva, siendo las previsiones de oferta inferiores a las de demanda.
Por todo lo manifestado anteriormente, las disponibilidades de aceites y grasas animales y vegetales, podrían verse mermadas de forma, cuanto menos coyuntural, aunque por la naturaleza de los cultivos y las eventualidades de origen, podría ser estructural igualmente, de entre un 8 y un 13%, o lo que es lo mismo, de 20 a 32 millones de toneladas, por lo tanto la previsión en la tendencia de cotizaciones de todos los aceites y grasas, animales, y vegetales, cuanto menos, durante los próximos 10 meses hace indicar que serán sólidas, solventes, lineales, e incluso alcistas, todo ello dependiendo de la evolución de la demanda, y de la capacidad agrícola del planeta para poder ejercer efectos de índole sustitutiva para los efectos mencionados.
Juan Vilar
Entre olivos, aceitunas y aceitePalma, girasol, soja y cotización del aceite de oliva
Durante los dos últimos años, todas y cada una de las cotizaciones imperantes en los mercados, para la totalidad de grasas animales y vegetales, cuanto menos...