La chapa

Carlos Oya

Caretos

Las chapuzas digitales en las fotos de los candidatos en las paradas de autobuses cantan a becario mal pagado.

Ya tenemos todas las ciudades plagadas de caretos. Sonrientes, poniendo a prueba los maxilares, circunspectos como Bismarck si supieran quién es, atribulados, visionarios...Con lemas intercambiables “Vota lo que piensas”, “Piensa lo que vota”, “Jaén más” ,” Jaén suma y sigue”, “Jaén multiplica”, “Cuidado que vienen”, “Que nos quitan las pensiones”, “A los alcaldes etarras de entrada no” ...ad nauseam. Tenderetes improvisados, mítines esperándote a la esquina con alevosía, esperando a darte el palo, llegas a casa y no sabes cómo han llegado las pegatinas electorales a tu chaqueta. Ruido. Sintonía espantosa. Himnos de partidos. Globos rojos, verdes, azules, naranjas. Aplausos de “sit com”. Risas enlatadas. Promesas que se desvanecen una vez se conocen los resultados. Todos ganan, nadie pierde. Agrupaciones de izquierda moleculares. Agrupaciones de extrema derecha mal camufladas. Soflamas de tercera categoría con palmeros y bailarines del agua. Banderines, serpentinas, bubucelas. “Selfies” con el lado bueno o menos malo del candidato. Sexagenarios perdiendo la dignidad dando saltitos o a lo peor bailando. Es la fiesta de la democracia. Los voluntarios y sus panfletos te venden su partido como los mormones su religión. Dinero malgastado en programas, en sus sobres, con sus sellos, enviados a la población. La propaganda electoral sin ser abierta pasa sin ningún complejo al montón de las ofertas de Pizza y “COMPRO ORO”. Lo de que el papel está caro, la crisis de las materias primas y el cambio climático hoy no, mañana. Las chapuzas digitales en las fotos de los candidatos en las paradas de autobuses cantan a becario mal pagado. Se dice que la campaña electoral comenzó el 15 de Mayo cuando nunca hemos dejado de estar en campaña. La campaña y el fútbol conforman el medio natural de este país, nuestro líquido amniótico. A todas horas y en todos sitios. Un escalofrío recorre mi espalda. Un ave desconocida ha volado a mi siniestra. El viejo reloj da 13 campanadas y a continuación alguien llama a la puerta. Carta certificada. Convocado como vocal en la mesa electoral de mi distrito. Mierda.