Esto...disculpe, no soy de aquí. Soy vendedor de provincias de una marca de jamón y queso radicada en Palencia y soy nuevo, mi predecesor en el cargo murió de fiebres puerperales y me dejó como único legado este horrible maletín de plasticuero que más que desgastado está devastado por las esquinas y el tiempo, humillándose él y humillándome a mí ,mostrando el material menos noble de los dos en un proceso gradual e uniformemente acelerado de desuello despojando a ambos de nuestra leve película de dignidad. Dado que el azar ha querido que usted sea mi compañero de asiento en el tren de vuelta a Madrid y visto que el trayecto dura más de cuatro horas espero que me perdone el atrevimiento de entablar conversación con un desconocido pero es que a la media hora de estar con alguien sentado al lado me impele la necesidad, siempre que no se adelante mi “partenaire” ,de presentarme revelando mi nombre y dos apellidos: Onofre Taboada de las Villas ,a su servicio (si tuviera algún cargo nobiliario lo engancharía al segundo apellido como un vagón de tren pero no es el caso) y la empresa para que trabajo : “Jamones y quesos La VIUDITA Sociedad Limitada” pues como decía mi madre “modales no cuestan dinerales”. En la semana que he estado en su noble y leal ciudad la perplejidad salió al encuentro tantas veces que, créame, llegó un momento en que se convirtió en mi estado natural y lo que me sorprendía no era lo sorprendente sino lo habitual. De lo general a lo particular lo primero que me chocó es que una vez atravesado el límite provincial no he visto autovía más parcheada y con más baches en la vida y tanto que he tenido que dejar el coche en el taller pues no está acostumbrado a tales palizas por vías cuasitercermundistas, opinión que se vio reforzada cuando me informan de que no hay autovía a la vecina Córdoba sino una vieja carretera nacional de nuevo con coderas en las coderas siendo tal autovía una reivindicación secular e histórica de la oposición , es decir, del P.P. cuando estaba en la oposición y ahora del P.S.O.E que le ha tomado el relevo puesto que durante los cuarenta años que éste gobernó nadie del partido tuvo la epifanía de que igual una autovía entre capitales andaluzas era buena para todos. Ya en la ciudad no pude menos que maravillarme con su espléndida catedral pero me abstuve de entrar en solidaridad con una anciana, indudablemente del barrio, a quién se le negó el paso al templo porque carecía del dinero para la entrada. Al parecer el Deán y su cochazo defienden tal política y si las Catedrales, como iglesias que son, antes eran unos lugares donde rezar ahora lo son de esquilmar y si no tienes dinero para postrarte de hinojos ante tu protector, tu Virgen o tu Cristo ...¡aire, que Dios está en todas partes! Le seguiría contando cosas, éstas más del carácter peculiar de sus gentes y costumbres, de escupir al suelo continuamente a robar las macetas de los jardines públicos pero no quiero cansarlo, bastante me ha escuchado ya, y además me he traído un libro que en lo que nos queda de trayecto me da tiempo a empezarlo y acabarlo. ¿Su titulo? “Guerra y paz”.
Carlos Oya
La chapa"Disculpe, no soy de aquí"
Soy vendedor de provincias de una marca de jamón y queso radicada en Palencia y soy nuevo