Si parir la primera frase de una columna es un tormento (al menos para quien esto escribe) tal calvario se agranda cuando has perdido la práctica. Tras más de dos meses de asueto vuelvo a las andadas con un nuevo traje pero la misma percha, me refiero a EXTRA JAÉN. Y no es que haya abandonado la escritura durante este tiempo, pero sí el género periodístico de opinión. Pues éste obliga a cumplir unos plazos y llenar un espacio con un determinado número de caracteres que a veces te faltan, pero la mayor parte de las ocasiones te sobran pues ya no sabes qué contar. Con todo aquí estamos otra vez «amarrado al duro banco» (no de galeotes pero sí de escritorio) pero no «forzado» sino «motu proprio» ya que la verdadera disciplina es la que emana de uno mismo. En cristiano: «sus» voy a dar la brasa cada semana. Cierto es que me he desentendido bastante de la actualidad nacional (no así la internacional) pero ésta es como un culebrón: puedes dejarlo y engancharte cuando quieras en tanto en cuanto vuelvas y ten por seguro que si no te encuentras lo mismo va a ser algo muy parecido. Así el solar patrio no ha variado mucho desde que lo abandoné periodísticamente hablando: una inflación que suma y sigue para bingo, el C.G.P.J. sin renovar ante la estupefacción de Europa, Feijoo se desentiende de todo lo que hizo su antecesor como a quien le traspasan un negocio de ultramarinos y se niega a reconocer las deudas pendientes, el berenjenal catalán aumenta en proporción geométrica, luciérnagas gigantes extraterrestres nos invaden atraídas por las luces (tanto mentales como eléctricas) del alcalde de Vigo, el P.S.O.E. con el lema “Haz lo que yo digo y no lo que yo haga” defiende los impuestos, vuelven los audios de Villarejo como sicofonías de “Cuarto Milenio”, la Ayuso y su «personalidad múltiple» sigue partiendo la pana, Yolanda Díaz propone medidas económicas de la Revolución Francesa, el presidente de la Junta de Andalucía firma un decreto que hubiera podido firmar en zapatillas en un acto de tanto boato que parece que nos han devuelto Gibraltar, la ministra de Igualdad (nombre de Ministerio que me recuerda a “1984”) sigue empanada y empanándonos con su ley del «SÍ ES SÍ, NO ES NO Y QUIZÁ ES QUIZÁ» que no entiende ni ella ni la plana del C.P.G.J y entre “piñas, piños y piñes” se hace un lío y termina soltando una barbaridad de la que es inocente porque todos sabemos que lo que dice esta señora no lo sabe ni ella misma , Vox recibe una puñalada trapera pero sin acritud de esa motrileña de pro llamada Macarena Olona que en sus siestas andaluzas se postula como la nueva Meloni,etc...Todo sigue igual más o menos, como el famoso dinosaurio de Monterroso que «cuando despertó aún estaba alli».
Carlos Oya
La chapaEl dinosaurio
Si parir la primera frase de una columna es un tormento (al menos para quien esto escribe) tal calvario se agranda cuando has perdido la práctica...