La chapa

Carlos Oya

Rencor de clase

Hace un año de los luctuosos hechos de Melilla aún con muchas sombras

Cuando creíamos que Karl Marx ,ese hombre que decía que lo que más le gustaba de las mujeres era su debilidad, estaba enterrado y bien enterrado desde el cementerio de Highgate en Londres, invocada por la muerte de cuatro multimillonarios y un adolescente en un puntero batiscafo, una vieja miasma recorre Europa : el rencor de clase. Lo de respetar a los difuntos (incluido un chaval de 15 años) es retrógrado. Los vulcanólogos del ayer ahora son expertos en submarinos y desde su poblado sientan doctrina siempre que se les presente la ocasión. Los chistes y memes no han tardado en infectar la red. Como son ricos que se jodan (ya sabemos que rico y persona malvada son sinónimos para parte del espectro político) .Pero siempre ha habido clases dentro de las clases. Si en el minautilus en vez de muchimillonarios desconocidos hasta ahora hubieran ido, no sé...Ronaldo, Vinicius, Messi o Mbappe, que precisamente no viven debajo de un puente, creo que Lula ya habría apagado el Cristo del Corcovado (Bush y Putin tienen el botón nuclear, Lula tiene el interruptor a distancia del Cristo del Corcovado, ahora lo enciendo, ahora lo apago) y los mismos que hoy se ríen estarían llorando por las esquinas de la red social. Cuando murió Kobe Bryant junto a su hija de 13 años y 7 personas más en un accidente de helicóptero sobre el que estaban advertidos de las malas condiciones no vi tal saña como la que algunos desprenden cuando hablan de la irresponsabilidad de Shahzada Dawood por llevar a su hijo en la nefasta inmersión del “TITAN”. Me resulta repugnante tal carencia de “empatía” o, afinando aún mas, de compasión, que significa estrictamente "sentimiento de tristeza que se siente al ver el padecer de otro". Y luego la puntilla. La comparación espuria con las migraciones. Hace un año de los luctuosos hechos de Melilla aún con muchas sombras, el pasado 14 de Junio se produjo el naufragio más mortífero en lo que va de año frente a las costas griegas (se han recuperado apenas 100 personas de un probable total de 400) , cuando escribo estas líneas otro desembarco ilegal de inmigrantes aumenta la tensión en Lampedusa. ¿Vimos algún comentario, reflexión, denuncia de los mismos que nos dan la brasa mezclando velocidad y tocino o desgracia puntual con un problema estructural? Me gustaría ver si todos estos indignados contribuyen en la medida de sus posibilidades a alguna organización como la Cruz Roja. Sería mucho más efectivo que sus simplonas aserciones sacadas de “El Capital para dummies” o sus citas recalentadas de Galeano. En todo caso si alguno decide contribuir con su óbolo tranquilos que nos enteraremos: los fariseos tienen a bien tocar la trompeta antes de dar limosna para que la multitud contemple su generosidad.