He leído en prensa una, en principio, buena noticia: Renfe aumenta esta semana la oferta de la alta velocidad que conecta Andalucía con Madrid, Barcelona y Valencia, tanto en la frecuencia como en plazas disponibles, con más trenes y horarios de AVE para Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada, Alvia de Cádiz y Huelva e Intercity de Algeciras-Madrid y Cádiz-Barcelona.
Pero claro, la inicial satisfacción de acogida de la noticia se convirtió en una nueva decepción al ver que, ni por asomo aparecía en todo el elenco de horarios y trayectos, la provincia de Jaén, pareciera que nos han sacado de Andalucía.
Como si nuestra provincia estuviera en un lugar de difícil acceso y ni mucho menos en el centro de la región. Increíble una vez más el olvido, pero cierto. Y para lamentaciones la de los que frecuentan el destino Andújar-Jaén por carretera, por esa A-311 que, los gestores del mismo signo político, han cambiado de proponer una autovía que conectara Jaén con Córdoba a través de Andújar a un arreglo de poco más de 6 ó 7 kilómetros.
Se va la oportunidad de unir a estas provincias limítrofes por autovía. Otra decepción más con la
consiguiente queja de los de sentido político opuesto que sorprendentemente, en los más de 40 años de gobierno andaluz, ni siquiera lo propusieron. Se rumorea que ahora se han dado cuenta del alto coste, que alguna propiedad de la zona con cargo de libre designación albergaba conflicto de intereses o vaya usted a saber.
Pero recuerden, políticos-gestores con cargos temporales, que las propuestas abanderadas que una vez en el poder se transforma de imposible cumplimiento sólo llevan a la desesperanza, a la falta de confianza o a la indiferencia, ese cumplo y miento no se le olvida al electorado.