Nos acercamos como cada cuatro años, a una nueva cita con las urnas que van a designar las corporaciones locales, la parte de la vida política que está mas cercana al día a día del ciudadano.
Personalmente creo que son unas elecciones de crucial importancia para el devenir diario de las poblaciones, y a raíz de una conversación que tuve hace unos días me surge esta pregunta, realmente ¿a quién le importan estas elecciones?.
En el circulo profesional en el que me muevo a diario, es cierto que es un tema candente, en el que a menudo entramos en disquisiciones de como va la campaña, analizamos los contenidos, acciones, publicaciones, hablamos de aciertos y errores de los candidatos y sus equipos. Incluso a veces se hacen apuestas de lo que puede o no suceder, las posibles alianzas post elecciones y si van a haber sorpresas o no.
Es un tema que nos atrapa y si alguien aparece con alguna novedad o sorpresa se genera de nuevo controversia…
Tal y como he comentado anteriormente en una conversación con profesionales de los medios alguien dijo, "¡no nos equivoquemos, que estos temas nos importan solo a unos cuantos!". Esa frase se me quedó clavada, no por nueva, si no porque era algo que yo siempre he pensado.
En mi circulo de amistades, nunca se habla de ese tema y en la familia raramente. Este ultimo fin de semana tuve la suerte de reencontrarme con amigos de toda la vida y vivir unas jornadas en la Sierra de Segura, donde anduvimos por lugares impresionantes, visitamos aldeas y poblaciones escondidas, disfrutamos de la gastronomía local y de forma sorprendente, no dedicamos ni un minuto a las elecciones municipales, ni uno solo.
Podemos filosofar del por qué a los ciudadanos la política nacional o local nos produce un desafecto cada vez mayor. Algunos dirán que al final todos son iguales, otros que luego pactaran con otros grupos que tu no has votado y lo que tu votas no sirve para nada, que la política municipal es un campo acotado para funcionarios que, una vez concluido su mandato, vuelven a su trabajo, cosa que es harto complicada para profesionales, y que a veces solo a veces aparecen arribistas que encuentran en una concejalía su forma de vida.
Solo nos queda esperar que desaparezca el ruido de fondo y que tras el día 28 de mayo todo vuelva a la normalidad de la mayoría y aquellos grupitos que nos interesamos, buscaremos nuevos temas en los que centrarnos para seguir ocupando nuestros debates y encuentros.
