Ayer fue el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama y es un buen momento para preguntarse qué hemos hecho para que nuestra sanidad vaya de mal en peor.
Muchas cosas no funcionan. Tenemos los casos de los cribados de las mamografías, con más de 30 casos en Jaén. Hace tres días conocíamos que en el Área Sanitaria Jaén Nordeste no se ha citado a 23000 usuarios en edad del cribado de cáncer de colon. El centro de salud de Cazorla cierra por obsoleto y se obliga a los pacientes a una peligrosa excursión hasta el hospital.Hace unos días decía Ginés Donaire en El País que colectivos feministas denuncian la imposibilidad de hacer abortos en Jaén. Este verano ha habido nuevos recortes en las contrataciones del plan de verano del SAS, en una época del año en la que en algunas de nuestras comarcas sube, y mucho, la población. Las listas de espera de operaciones siguen siendo inasumibles aunque, según dicen, hayan bajado algo. Nos faltan médicos de familia y, en muchos lugares, no hay pediatra. En el pasado mes de marzo los sindicatos médicos denunciaban recortes en incentivos y productividad de los sanitarios que se sumaban a los ya realizados en 2024.
Y a todo esto se une nuestra experiencia personal, que nos muestra que no hay forma de conseguir cita para el médico de familia con menos de una o dos semanas de antelación; que no hay forma de conseguir cita con algunos especialistas, como neurólogos, y hay que acabar acudiendo al médico privado; que para operarnos, de unas cataratas por ejemplo, hay que ir de pago al profesional que luego nos operará, colándonos, en el hospital público. Vemos incluso, como yo he visto en un caso muy cercano, cómo en un ictus, que tiene un protocolo perfectamente establecido, la médica de urgencias que fue a la casa diagnosticó borrachera, en urgencias del centro de salud que no era nada, en el hospital de Úbeda que no era una urgencia y por fin fue trasladado del hospital Cristo Rey a la unidad de Ictus del Neurotraumatológico.
Y, sin embargo, según los datos oficiales, se gasta más en sanidad y Jaén, con 3,07 camas hospitalarias por 100000 habitantes, es la provincia con más camas de Andalucía.
¿Tendrá que ver algo entonces con la creciente privatización de los servicios? ¿Tendrá que ver con que haya empresas que se llevan la guinda del pastel, como Bidafarma, en la que trabaja la esposa del presidente, o como el Centro de Diagnóstico Granada, que hace los cribados del cáncer de mama en Andalucía, Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla y León, casualmente todas comunidades gobernadas por el PP?