La última polémica que afecta a Televisión Española sitúa en el centro de la misma a un personaje de nuestra tierra, el orcereño David Broncano. Resulta que el sector socialista del Consejo de Administración del Ente Público se ha empeñado en la contratación de esta emergente estrella para que realice en la televisión de todos los españoles el programa que viene haciendo en Movistar Plus.
En 2010, RTVE dejó prácticamente de emitir publicidad financiándose básicamente de los presupuestos generales del estado, las aportaciones de las emisoras de televisión privadas y de algunos patrocinios puntuales. Esta medida buscaba una estabilidad económica del ente público y además eliminaba a Televisión Española de la lucha por las audiencias que tenía como fin último conseguir la máxima cantidad de anunciantes posible.
Esto además permitiría a la televisión pública hacer otro tipo de programas mas centrados en la divulgación y en la formación cultural de los ciudadanos, en la línea de lo que llevan a cabo otras televisiones públicas de nuestro entorno europeo.
La pregunta es ¿por qué entonces RTVE continúa en esa lucha endiablada por las audiencias con programas basura y se empeña en la contratación multimillonaria del show de Broncano? La respuesta parece evidente.
Desde Moncloa se quiere luchar contra la primacía de audiencia que día a día consigue el programa El Hormigero de Antena 3 que se ve como un programa hostil para los intereses del gobierno. Además una alta audiencia de la cadena pública garantiza el éxito de sus programas informativos en los que se puede dar la perspectiva de la actualidad más acorde con la visión de nuestros mandatarios.
Este hecho no se da únicamente en Televisión Española, se podría aplicar a cada una de las televisiones públicas de nuestro país, las autonómicas e incluso las locales. Una vez más se demuestra que la gran mayoría de nuestros dirigentes priman el interés personal o partidista por encima del bien de todos sus conciudadanos.