A estas alturas ¿es posible que la candidatura 'Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos' a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad se tambalee precisamente en nuestra provincia?
Este proyecto contempla 14 zonas de paisajes de las provincias de Jáen, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada con gran valor en la historia de su paisaje cultural y agrario, su evolución y tradición, su productividad y su sostenibilidad económica, ambiental y social. En nuestra provincia, se incluyen tres zonas: Olivares de Santa Catalina en Orcera, Campiñas de Jaén y Hacienda la Laguna de Baeza.
Por tanto, son muchos los agentes implicados en este proyecto y muchos los esfuerzos realizados por todos, Diputaciones Provinciales, Universidades de estas provincias, Junta de Andalucía, organizaciones agrarias, cooperativas y fundaciones como Savia o Juan Ramón Guillén.
Es por tanto difícil llegar a entender, si es que se puede, la situación actual en la que nos encontramos y es que la única polémica ha surgido en la zona 14 en las Campiñas de Jaén, una vez que la candidatura a Patrimonio Mundial ya ha superado la evaluación formal por parte del Centro de Patrimonio Mundial ya que cumple con la integridad exigida a este tipo de expedientes, está prevista la fase de evaluación in situ este otoño y su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial se debate en la Asamblea General de la UNESCO de 2025. Además ha sido aprobada como excelente por el Consejo de Patrimonio Histórico del Estado Español por unanimidad de todas las Comunidades Autónomas de todos los colores políticos.
Y es que a estas alturas parece increíble que en la Campiña jiennense, agricultores principalmente de Porcuna, Lopera y Arjona han expresado su “rechazo” a esta declaración, por “no conocer sus obligaciones de cara a la figura de protección” y considerar que no cuentan con toda la información, máxime cuando el documento es público, está en la página web de la Diputación provincial. El agricultor de hoy día está perfectamente preparado para leerlo e interpretarlo y no dejarse llevar por posibles tergiversaciones, atrás quedaron otros tiempos afortunadamente. Los representantes legítimos de los agricultores han estado presentes en todas las decisiones desde el primer minuto y siempre se ha establecido una línea roja, la de no afectar el normal desarrollo de la actividad olivarera, con total cumplimiento, y en este caso no hay ninguna regla diferente a las que existen actualmente.
Entonces, y a estas alturas ¿es realmente cierto que no conocen los agricultores oponentes a la declaración tanto las obligaciones derivadas como las oportunidades que se abren con esta esperada declaración?
Este mismo lunes en la reunión celebrada por la comisión institucional de la candidatura se decidió llevar a cabo una campaña de información con los agricultores para resolver sus dudas y se aprobó, por unanimidad, retirar la candidatura si continúa la oposición de los agricultores. Es por tanto el momento de la información y la participación directa que deben de aprovechar todas las voces opuestas para resolver cualquier duda.
Y es que para ser algo autocríticos con nuestra provincia, puede ser que muchas veces nos lamentemos y culpemos a otros de estar en el vagón de cola, de no despegar, pero cuando tenemos grandes oportunidades para progresar como sociedad nos cuesta tener esa altura de miras.
Una altura de miras destacando las oportunidades de diferenciación positiva que los municipios implicados y toda la provincia tendrán. Solo tenemos que mirar el ejemplo de Úbeda y Baeza donde la proyección de ambas ciudades ha sido enorme y con ello el progreso de sus habitantes. Aprovechar el potencial del olivar, añadirá sin duda valor a la zona, consiguiendo en este caso esa diversificación desde su valor agrario hasta su valor cultural y turístico.
Estoy convencida que se impondrá el sentido común, que todos miraremos por los intereses generales de nuestra provincia, y que desde luego los agricultores apoyarán esta declaración desde la información y el consenso. No es la primera vez que los agricultores tienen ante sí nuevos retos, sobre todo con las múltiples obligaciones derivadas de las distintas PAC.
Por terminar de forma poética: como del cerdo se aprovechan hasta sus andares, de nuestra tierra debemos aprovechar el potencial que nos brindan sus olivares.
Ana Dolores Rubia
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Opinión de Ana Dolores Rubia