Mediodía en la provincia de Jaén

José Luis Urgel

No todo está mal

La opinión de José Luis Urgel


Reconozco que, probablemente, sean más las veces que aprovecho este espacio de opinión para poner en evidencia lo que hacen mal nuestros políticos o, directamente, lo que no hacen. Pero también debemos ser justos. Y esto no pasa tanto por aplaudirles cuando actúan de forma adecuada, porque es lo que se espera de ellos… porque a ninguno nos aplauden por nuestro trabajo, sino de aplaudirles cuando actúan y lo hacen además con mucho éxito.

Tal vez, un ejemplo del trabajo tan bien hecho sea una noticia que conocimos hace pocos días. Andalucía ha aumentado en 78 ejemplares el censo de lince ibérico en 2024. Ya son 836 los felinos en nuestra región. Y en pocas semanas se cumplirá un año desde que este animal dejara de estar en peligro de extinción. Esto es fruto del trabajo exitoso de diferentes administraciones. Por ejemplo, la Unión Europea que a través del programa Life ha financiado con varios millones de euros actuaciones de conservación ambiental.



Pero no solamente se ha trabajado desde Bruselas, últimamente tan cuestionada, con razón en algunos casos. El éxito en la recuperación del lince en la península es gracias a diferentes administraciones autonómicas como la Junta de Andalucía. No sólo a la de ahora, también y sobre todo a la Junta de hace 20 años cuando se remangaron en el Palacio de San Telmo para actuar de forma decidida y ambiciosa ante una situación crítica. O se actuaba o sería demasiado tarde. Por suerte, fue lo primero.

Actuaron y a la vista del número de ejemplares que hay ahora, lo hicieron muy bien. Quienes han participado en esta tarea cuentan que no ha sido una nada sencillo. Ha requerido de un esfuerzo titánico, no exclusivo de los políticos, también de los ganaderos de la zona, de los cazadores o de los propietarios de las fincas, que durante años han cuidado a este animal cuando su situación era todavía mucho más precaria. Y, cómo no, están los biólogos, los veterinarios y los técnicos de campo. También entidades como la Fundación Habitat que ha unido a todas las partes.

Al final, todos ellos han funcionado como un engranaje perfecto hasta el punto de que 2.400 linces ibéricos campan ya sus anchas. Y sobre todo lo hacen aquí, en nuestra provincia, porque es en la zona de Andújar-Cardeña donde más ejemplares encontramos. Son 281. 60 más que el censo anterior. Y todos estos linces que corren hoy por la Sierra de Andújar y en general por España y Portugal son los hijos, los nietos y biznietos de esas 75 hembras que quedaron en Andalucía hace dos décadas.

Pero que hoy el lince ibérico haya aumentado su población hasta más de dos millares de ejemplares, no significa que ya esté todo hecho. No hay que bajar la guardia porque aún hay importantes desafíos por delante. Advierten los expertos que el descenso tan drástico en la población de conejos desde los años 80 dificulta su recuperación. Retos que confiamos que sean resueltos, como mínimo, con el mismo éxito con el que estas décadas han permitido la recuperación del lince ibérico en la península.