La semana pasada Enara López firmaba un artículo donde nos contaba que el 50% de las victimas atendidas en el SAVA (Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía) son víctimas de violencia de género. La violencia de ´género es un problema vigente y sin visos de solución como no sigamos insistiendo, tomando conciencia y trabajando para erradicarla.
Mañana día 25 de noviembre se celebra mundialmente el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y comienzan los 16 días de activismo que la ONU nos propone para pintar el mundo de naranja.
Hoy vamos a hablar de modelos de esas nuevas masculinidades que necesitamos para salir de este problema y adentrarnos en el siglo XXI con paso firme y sin violencia.
Octavio Salazar en su libro El hombre que no deberíamos ser nos muestra el camino. Cómo hacemos para que el hombre aprenda a detectar y eliminar esos patrones de virilidad que lo enjaulan y no lo dejan ser feliz ni hacer feliz. Cómo pasamos del hombre poderoso al hombre que delega el poder sin miedo a compartir espacio público con la mujer. Haciendo de la suma de talento y la colaboración una nueva forma de entender el poder.
Cómo pasamos del hombre ausente de lo privado, de lo familiar y de los cuidados, a ese hombre que cuida y se cuida, que se beneficia del establecimiento de relaciones de apego sanas y felices. Cómo pasamos de ese hombre violento, dominante y depredador a ese hombre que no mantiene ni legitima la violencia sexual y la explotación de mujeres, que entiende la afectividad y la sexualidad como algo que se comparte con un ser equivalente y por tanto basada en la reciprocidad. Cómo evolucionamos, en definitiva, hacia el hombre feminista que entiende que el feminismo es el único modelo posible para una sociedad sana y justa. Yo creo que el único camino está en la educación y la trasmisión de nuevos modelos de masculinidad.
¿Y tú? ¿Qué vas a hacer este año para avanzar hacia ese nuevo mundo?
