Valor añadido a nuestro oro líquido

Estos días hemos asistido a la visita del embajador de Taiwán a nuestra provincia. La ha hecho, en concreto, al municipio de Villacarrillo; y más concretamente se ha dirigido a la Cooperativa Nuestra Señora del Pilar, una de las cuatro que tiene el pueblo. Ésta tiene en su haber el ser la que más aceite moltura del mundo. Y allí se ha reunido con autoridades y representantes del sector. No es una casualidad que haya elegido esta ciudad: Villacarrillo es, junto con Baeza, el mayor productor de aceite de oliva a nivel mundial, ya por encima de Úbeda, de Martos y de Mancha Real.

El embajador dejó claros cuáles eran los motivos de su viaje: A pesar de la gran cantidad de aceite que tenemos en nuestra provincia, resulta curioso que no exportemos a Taiwán directamente, sino que lo hagamos mediante intermediarios. Es más, se da la paradoja de que no somos los que más aceite exportamos a este país: Italia nos lo compra a granel y es el que se encarga de vendérselo envasado. Como dijo el embajador, esto es un problema, tanto para Taiwán, que lo compra más caro, como para nosotros, que lo vendemos más barato.

No es la primera vez que hablamos de la necesidad de aprovechar todas las oportunidades que se nos brindan para optimizar el valor de nuestro producto estrella. Tenemos la obligación de intentar dar el valor real que tiene nuestro aceite, procurando, por todos los medios, encargarnos de todas las fases del proceso productivo, sobre todo las últimas, y no externalizándolas en ningún caso.

La presencia, las intenciones y las declaraciones públicas de José María Liu son más importantes de lo que nos puedan parecer a priori, pues nos señala dónde está el talón de Aquiles de nuestro sector, a la par que nos abre el camino para poder exportar directamente a su país.

Ojalá nos pongamos manos a la obra para empezar, de una vez por todas, y a partir de esta visita, a poner nuestro aceite en la posición que realmente le corresponde.